domingo, 29 de marzo de 2020

Y tus mieles.








Y tus mieles.

Y me amaste siempre sin conocerme.
Y mi sueño amaste con sus escenas
Y mi greda besas que va en mis venas.
Mi silencio lo amas y sin vos verme.

Y queriendo buscas lo que no esperas.
Y el sufrir sensato ya no te espanta.
Si la dicha espina ya te levanta.
Y amarguras dulces son llevaderas. 

Sin mirarme miras mis ilusiones.
Sin estar ya cerca vos vas conmigo.
Sin tocar te toco sin ser testigo.
Y mi grande beso va en oraciones.

Y en mi ronda viajas en primavera.
Y en mis brazos duermes eternidades.
Y en mis sueños sois realidades.
Y en las vidas reales sois mi enfermera.

Y tu encanto danza atardeceres.
Y tus mieles pintan las alboradas.
Tus pupilas crean ya las cascadas.
Y tus manos me aman y vos me quieres.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





sábado, 28 de marzo de 2020

Y en celajes.







Y en celajes.

Tu presencia viva y fiel me alcanza.
Con el dulce gesto de tu inocencia.
Y en silente llanto de tu conciencia.
Vas unida al canto de mi esperanza.

Y tu cuerpo vibra con mil matices.
Que viajeros soles te van marcando.
Y sensibles rayos van señalando.
Tu sufrir y gozos en cicatrices.

Y en el temple dulce de tu martirio.
Ya te acoges grata a tu destino.
Y tu cielo aceptas que es peregrino.
Y sois feliz amando en tu delirio.

Y tu sentir lo copian atardeceres.
Y en las cumbres dejas ya tus pesares.
Y en celajes vierto en mis cantares.
Un clamor tierno de que me esperes.

No me olvidas fácil en tus auroras.
Y en las tardes siempre vos ya me evocas.
Tus pupilas brillan y en luz me tocas.
Y con dulces gestos vos me enamoras.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

                                        



Tu palabra en canto.






Tu palabra en canto.

Y besabas tiempos con tu mirada.
Y en instante eterno me resumías.
Y las dichas dulces las comprimías.
A tu paso alegre de enamorada.

Y en silencio sabio te comprendía.
Y en aroma dulce te dibujaba.
Tu mirada tierna me enlazaba.
A tu vida franca que me entendía.

Y tus senos bellos y virginales.
Con esbelto estilo se perfilaban.
A las rutas castas que te llevaban.
A la plaza grande de carnavales.

Y un nativo aroma nos comprimía.
En alegre danza de humanidades.
Que los pechos pulsan eternidades.
Y en sonrisas propias yo te sentía.

Y tu paso tierno va de costumbre
Y tu verso grácil ya te sonríe.
Tu palabra en canto ya me deslíe.
La silente nube de incertidumbre.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





viernes, 27 de marzo de 2020

Con tus dulces ojos.








Con tus dulces ojos.

Y rescato cantos de tu mirada.
Con el ritmo alegre de tus gemidos.
Con sensible pulso de tus latidos.
Con cadencia libre de ser amada.

Y en tu rostro bello van mis cantares.
Con el sello casto de tus sentires.
Con tus gestos simples y que me mires.
Con tus dulces ojos en mis lugares.

Y tus manos siguen con luz rimando.
Y buscando ecos de melodías.
Y escondidas notas que las tenías.
En el alma limpia ya germinando.

Melodioso trance vos vas viviendo.
Con lejanos cantos de mil edades.
Con cercanos valses de mocedades.
Con viviente ritmo que vas sintiendo.

Tu elegante ensueño que es melodioso.
Ya recoge libre tus ilusiones.
Y en sonoras voces tus intenciones.
Con clamor muy grato que es armonioso.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.






jueves, 26 de marzo de 2020

Y el secreto sabio.








Y el secreto sabio.

Y en las flores blancas de limonero.
Van miradas tuyas que me perfumen.
Van palabras puras que me resumen.
Tu infinito beso que es muy sincero.

Tu mirada beso que es peregrina.
Y que atisba cielos que son posibles.
Y que inicia gozos que son sensibles.
Con el vuelo libre de golondrina.

Tus pupilas buscan luz y matices.
Que dulzura crea con la simpleza.
Y el secreto sabio de la pobreza.
Que si afianza amores que son felices.

Y recoges cantos de los parajes.
Y a la tierra amas que es milagrosa.
Que clamores oyes en voz de rosa.
Les entiendes dichas a los celajes.

Y en la senda libre de los luceros.
Vas buscando sino a tus clamores.
Vas trazando curas a tus dolores.
Les encuentras himnos que son sinceros.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.




Y recoges hojas.






Y recoges hojas.

Y en la tarde clara vas estampada.
Con el brillo dulce de las mesetas.
Y en sensible gesto me manifiestas.
El amor eterno con tu mirada.

Y en suspiros gratos me das pregones.
Y en tus manos llevas mis poemarios.
Y mi pecho atisba vocabularios.
Y llegarte cerca con oraciones.

Y te mueves siempre con tu hermosura.
Y recoges hojas que vas besando.
Y de aromas vistes que van pasando.
En la ronda grácil de tu aventura.

Y tus gratas manos me van guiando.
Por caminos duros de la escritura.
Y tus ojos pulen ya mi cultura.
Con sencillos giros que vas pulsando.

Y tu pecho me hace un buen poeta.
Con acento puro de tus compases.
Con caricia eterna con que me amases.
Con el brillo casto de tu silueta.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

                

Y en pizarras.









Y en pizarras.

Tus miradas junto en caravana.
Y en nativo polen ya te deslizas.
Y en tu pecho llevas y fertilizas.
Los parajes verdes de la sabana.

Y en las piedras hallo tus iniciales.
Y en calizas hago mis inscripciones.
Con sensibles humus de bendiciones.
Y en pizarras tallo tus madrigales.  

Sois mi roca viva de manantiales.
Y elegante palma que aromatiza.
El perfil del valle que simboliza.
El jardín florido de mis lugares.

Sois la ardiente turba de la meseta.
Que abrasa helechos y la  madera.
Sois sensible flama y que escribiera.
Con azules humos y luz discreta.

Y en cenizas grabas tus ilusiones.
Y en rescoldos buscas ya tus sentires.
Y en las llamas lees los porvenires.
Que amarillas flamas dan en pregones.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





Concierto de tu recuerdo.1







Concierto de tu recuerdo.

Filamentos dulces de las cascadas.
Tu recuerdo buscan en melodías.
Y en el vuelo alegre en avecillas.
Tus palabras viajan al ser amadas.

Tu sonrisa viaja por los cañones.
Y en celestes ríos sol es tu nombre.
Y poemas dejas en los sinsontes.
Y tu canto amable va en sus pregones.

Sois dulzura suave de la meseta.
Con el néctar puro de tu cariño.
Con el vino dulce de tu destino.
En silvestres flores que te recuerdan.

Tus miradas besan y son conciertos.
En cascadas frescas que se deslizan.
Por peñascos limpios que fertilizan.
El jardín florido de tus senderos.

Y en la greda humilde de tu camino.
Van grabadas dichas que vos sentiste.
Van inscritos versos que los hiciste.
Al compás sonriente de un sol divino.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





martes, 24 de marzo de 2020

Sois mi greda.







Sois mi greda.

Voy besando huellas de tus andares.
Y en mi suelo busco tu fiel vestigio.
Y en mi arena grabas ya tu prestigio.
Y te sigo humilde en mis lugares.

Y en aroma a tierra de las arcillas.
Y en la verde selva que pies reposas.
Va tu vuelo ágil con mariposas.
Y que todas juntas son amarillas.

Y en los vuelos bellos de tu memoria.
Vas soñando grata con los parajes.
Vas viviendo tierras de mestizajes.
Sois mi greda amante y meritoria.

Y en ardiente piso de carretera.
Yo tu rastro beso con mi respeto.
Te acaricio el paso y que es inquieto.
Y el sol mismo besa la mensajera.

Y en aroma a salvia yo te rescato.
Y en el golpe alegre de las campanas.
Vas cantando grata en mis semanas.
Tus sentires hondos con arrebato.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





Descifrando estrellas.





Descifrando estrellas.
                       
Mariposa blanca que en estaciones.
En tu nube viajo por tus palmares.
En tu vuelo lento con tus cantares.
Voy copiando espejos de tus regiones.

Y te toco leve y que me cuentes.
La nativa historia de tu paraje.
La gentil leyenda fiel y salvaje.
De tus ríos frescos y de sus fuentes.

Con escenas narras ensoñaciones.
De caminos libres y que me miras.
Descifrando estrellas y que suspiras.
Al decir mi nombre con emociones.

Que en tu casa blanca voy en portales.
Y en tallados cedros yo voy contigo.
Escribiendo letras que son tu abrigo.
Que nos cubren siempre y son señales.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.                   



lunes, 23 de marzo de 2020

En estrellas vivas.








En estrellas vivas.

Y en las suaves notas de tus cantares.
Hay un ritmo grato que me conmueve.
Hay un coro casto al son que llueve.
Hay un verso grácil que lo besares.

Tus palabras crean y se amanecen.
En la senda verde con esperanzas.
Y en pequeñas flores que las alcanzas.
Van tus letras bellas que me estremecen.

Y en sentidas noches que son amables.
En estrellas vivas vas escribiendo.
Con compases suaves que van luciendo.
Tus hermosos versos inolvidables.

Yo le canto grato a tu elegancia.
A la inmensa dicha de tus amores.
A tu aroma grácil de las mil flores.
A tus labios puros que son mi estancia.

Tu semblante me habla que vos me quieres.
Y tus ojos dicen que vos me esperas.
Y los tiempos cruzas por si te vieras.
En mi verso inscrita por si te fueres.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.






Y en cafés y besos.









Y en cafés y besos.

Vas buscando cantos que los soñaste.
Y felices ratos que peregrinan.
Y que juntan mundos que se imaginan.
Con felices tiempos que presagiaste.

Y en cafés y besos ya vas buscando.
La promesa tierna del juramento.
La certeza viva del sentimiento.
Que el amor se inicia al ir andando.

Y en ventura inquieta de tus pupilas.
Vos recoges hilos de la dulzura.
Los envuelves castos a tu cintura.
Y los mundos giran y los asilas.

Y reafirmas dichas que son posibles.
Y rescatas rutas desconocidas.
Y los sueños ciertos que los convidas.
A romances puros los invencibles.

Y entrelazas nubes y golondrinas.
Con perfume humilde de la llanura.
Y les viertes dicha que en vos perdura.
Con tus vuelos libres que no terminas.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.



sábado, 21 de marzo de 2020

Y en el vino.







Y en el vino.

Y va un sueño dulce en tu semblante.
Y en colores vivos ves porvenires.
Y tu voz se acoge a tus sentires.
Y con pasos firmes vas tras tu amante.

Y en el vino tierno de tu destello.
Edificas dichas inolvidables.
Y señalas sitios que son amables.
Y les cifras versos que son tu sello.

Y en la cumbre grata de tus gemidos.
Va tu queja tierna de que te quiero.
Va tu anhelo grácil y muy sincero.
Van dolor y gozo entretejidos.

Y te enlazas libre al sol y ambientes. 
Y en aromas dejas de limonero.
El amor que guardas el que es primero.
Que en sensible pecho ya lo presientes.

Y recoges risas y las canciones.
Y palabras cortas que son eternas.
Y las cifras firmes  y las internas.
A tu alegre gozo fiel de emociones.

Robert Aníbal Sánchez  Fajardo.





jueves, 19 de marzo de 2020

De azulada tarde.








De azulada tarde.

Y yo evoco el brillo de tu elegancia.
De azulada tarde con la promesa.
De gentil mirada con la sorpresa.
De dulzura pura de tu fragancia.

Y en dorado lago va tu cabello.
Y en laguna plata va tu sonrisa.
Y tus manos pasan con sol y brisa.
Son dos garzas blancas con tu destello.

En pupilas tuyas soy cancionero.
Y en las letras llevo voz que aparejo.
A sentidos cielos que son tu espejo.
De azahar muy casto de limonero.

Y tus pasos danzan con la cadencia.
Con señal alegre en remolino.
Con vibrar sincero y diamantino.
En tu estilo propio con excelencia.

Y en tu trato dulce y muy dilecto.
Van escritos versos de mi querencia.
Con palabras nuevas con reverencia.
Con perfume casto fiel de tu afecto.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.