martes, 29 de agosto de 2017

Un día conocí.




Un día conocí.

Un día conocí la mujer mas bella con su mirada serena.
Ella en un almacén o creo era un taller sencillo de costura.
Ella se sorprendió y saltó su mirada tras la mía sin pena.
Y la busqué; ella ahora lee mis poemas con una fe segura.

Le escribo en un suspiro buscado con ella compromiso.
Ella al  reírse dos huequecillos en sus mejillas se asoman.
Ella es trigueña y me puso en su corazón así como quiso.
Me dio una esperanza y leí en sus ojos; me besarás a solas.

Entonces ella suspira y con su gemir me espera con gozo.
Ella sabe de primaveras y sabe detener el tiempo en sus ojos.
A veces cuando se siente muy sola se pinta los labios de rojo.

Ella es muy bella y tiene las manos largas plenas de dulzura.
Ella sabe que la quiero y lanza su profecía de amor que augura
Y predice el encuentro en la ciudad con el beso de su alma pura.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





sábado, 26 de agosto de 2017

Vas inscrita en mi garganta.




Vas inscrita en mi garganta.

Vas inscrita en mi garganta junto al pergamino de mis sueños.
Desfilas elegante seduciendo mis tiempos nuevos y añejos.
Me inscribes en tu pulsera y me rondas con tus ojos trigueños.
Y bailas con cadencia tu música árabe sobre tapices y azulejos.

Me envuelves en tu mirada y me sacudes la nostalgia que estorba.
Voy unido a tu pecho mientras me quieres y finges tu desprecio.
Me conquistas y luego me despides para que el desdén absorba.
Y me analizas haber si te olvido o vuelvo a buscarte como un necio.

Yo te busco cuando la luna llena nos llama al parque para vernos.
Y me muestras tus sentimientos expresados en tu pequeño diario.
Entonces bajas la cabeza y te rindes en mis brazos para querernos.

Yo te busco en mi garganta donde llevo escrito para ti mi verso sincero.
Y siento que de allí no te marchas porque eres del amor mi calendario.
Entonces te fijo en el cielo de mis sueños donde eres mi estrella y lucero.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.




miércoles, 23 de agosto de 2017

Sientes toda la inspiración del amor.



Sientes toda la inspiración del amor...

Sientes toda la inspiración del amor cuando me piensas...
Y tu sentimiento se convierte en un canto a través del tiempo...
Tus lágrimas llenan tu pecho y las viertes en tus manos en silencio...
Mientras tus palabras las detienes; avanza el amor para que lo enciendas...

Interpretas todos mis caminos y me buscas seguramente en las tardes...
Llenas de universos de besos a tus palabras y a tus lágrimas...
Estoy inscrito en tu corazón peregrino y voy cifrado a tus ansias..
Quieres encontrarme cada día en tu alegría y me dibujas en todas partes....

Yo cultivo tu belleza con mis versos y cuido las rosas de tu perfume...
Voy besando las huellas de tus pies de princesa en el camino...
Esperando solo tornes a mirarme con tus ojos orientales de lumbre....

Tu amor de dulzura infinita siempre camina conmigo...
Vas a mi lado con tu paso elegante como de costumbre...
Y siento el palpitar de tu corazón al ritmo del corazón mío...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

lunes, 21 de agosto de 2017

A la mujer que siempre ama.




A la mujer que siempre ama.

Sueñas siempre en un estado de juventud eterna.
Y miras la vida con la flor de la inocencia grata.
Guardas el amor mas puro para quien tu quieras.
Y llegas hasta la santidad por el amor en tu alma.

Vives pequeños paraísos construidos con tu mirada.
Y le encuentras encanto a la sincera expresión de todo.
Buscas nuevos mundos en la sensibilidad de los que amas.
Y enriqueces tu memoria con paisajes de juvenil entorno.

Amas la belleza en todas sus manifestaciones claras.
Mas amas la belleza de la palabra cuando canta.
La canción del amor que se encuentra a la distancia.

Buscas refugio en retazos de inolvidables canciones.
Y te quedas llorando con tu amor que no se cansa.
De esperar los besos sentidos en tu boca enamorada.

Buscas el lenguaje de Dios escrito con sentidos gemidos.
Buscas los gemidos de Dios expresados en suspiros.
Buscas la voz del amor de tu ser amado que se ha ido.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

domingo, 20 de agosto de 2017

Me cuesta imaginarte ausente.




Me cuesta imaginarte ausente.

Me cuesta imaginarte ausente para siempre.
Y saber que tu perfume para verte me lleva
Recorro los lugares y campos todos verdes.
Y vuelvo a sentir tu presencia dulce y bella.

Vuelvo a escuchar del amor las fieles campanas.
Y tu silueta en la tarde con los aromas se dibuja.
Vuelves a recoger feliz mis besos que te buscan.
Vuelves a sonreír con mi voz que siempre extrañas.

Todo el campo nos cobija con su canto sincero.
Y volvemos a amarnos entre estrellas y luceros.
Y volvemos a decirnos quedamente te quiero.

Nuestras voces se unen en el místico silencio.
Mientras contemplamos nuestro azul universo.
Mientras nuestras manos se besan con los dedos.


Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





viernes, 18 de agosto de 2017

A la mujer mas bella de Popayán.



A la mujer más bella de Popayán.

He oído que una mujer bella ahora en Popayán habita.
Quiero definirla con la esencia y perfume de esa tierra.
Mas quiero seguirla sin que me vea por una calle infinita.
Quiero dibujarle un recuerdo que a su corazón se aferra.

En la noche sola y en medio de luciérnagas me recuerda.
Ella sabe que la sigo ahora mas donde afloran los aromas.
Donde el aroma de hidalguía de la ciudad viaja con ella.
La busco unida a sus sentimientos y sonrisas de paloma.

Mas quiero verla acá en el sur donde el amor tiene sus voces.
Y todo es cercano al cielo, al mestizaje de amores y adioses.
Al arrullo de silencios y suspiros sin testigos a medianoche.

Quiero dejarle en un rincón de una casona vieja mis fieles versos.
Y decirle que la quiero a pesar de que la haga llorar en silencio.
A pesar de que mi recuerdo le pueda cincelar con amor su pecho.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

martes, 15 de agosto de 2017

El amor es un trauma benigno.





El amor es un trauma benigno por la ausencia.

El amor es un trauma benigno por la ausencia que se siente.
Y de presencias de cantos y gemidos indecibles nacientes.
En la búsqueda continua de la mujer amada fiel y sonriente.
Que sembró con una mirada y con una palabra el amor ferviente.

El amor es la calle es la esquina donde le entregué el poema.
Donde la conocí un día cuando distraído yo cerraba una puerta.
Y se me abría un horizonte de dulzura de dolor y amor al verla.
Toda la ciudad se unía con ella y todo tenía lenguaje de poeta.

Sentir la esquina donde oí su voz es saber que todo nos ayuda.
Para encontrar el amor porque el amor nos llega así, de sorpresa.
Y que todo se presiente desde la cuna porque el amor nunca duda.

El amor y el dolor cincelan un lenguaje mas allá de una promesa.
Y nos confrontan con nuestra conciencia y con Dios sin excusa.
Ya que Dios nos dio el mejor destino en el amor como un poema.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

lunes, 14 de agosto de 2017

Inicio de Novela: El Guaquero de sueños.



Inicio de la Novela: El guaquero de sueños. Del pueblo Colón Putumayo.

Yo pude escoger pocas tapias que me hablaron con su aroma
A tierra sagrada y lenguaje color chaguar y su canto de vitrola:
Con la canción el aguardientero que es el himno de esta historia.
Las tapias tenían pocos instantes para hablarme de Colón y su gloria.

Porque unos arrieros venían presurosos trayendo unos pergaminos.
Enrollados con la historia de Colón contada por el padre Marcelino.
Historia que había ido a parar a la biblioteca Guillermo Valencia lírico.
Estos arrieros habían pasado por el pueblo de Mercaderes pueblo típico.

Y toda la mercancía y los rollos de pergamino olían a palo santo.
Una planta aromática que crece en el camino de la vereda el Encanto.
Pude leer en un rollo algo, de la historia, antes de oficialmente mostrarlo.

Leí que el guaquero de sueños, Israel Tello con el poeta, el curaca y el erudito.
Personajes de la novela cansados de buscar oro y entierros de antaño.
Localizaron en el  soberado de la casa de Don Sánchez Maximino José Celestino.

Todas las agendas perdidas de muchos escritores y poetas de todo el mundo.
Que unos gitanos habían conseguido en bazares de Estambul en un suburbio.
Y que por gracia del destino las encargaron a Don Celestino por ser amigo seguro.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.




sábado, 12 de agosto de 2017

Mientras sufra por ella.C




Mientras yo sufra por ella.

Mientras yo sufra por ella el amor estará vivo en la espera.
Y seré joven aún mientras la busque todavía en su puerta.
Mientras oiga su voz llamándome en sus sueños y despierta.
Todavía puede ser un clamor fiel en su corazón mi poema.

Mientras recuerde su voz y su caminar grácil por la avenida.
Habrá esperanza que la conquiste con la actitud de sorpresa.
Buscando marcarle mi sello humilde inolvidable de conquista.
Gimiéndole sólo que si se va mi corazón se queda con pena.

Siento su voz diciéndome; ahora ven como estés sin demora.
Y las calles hablan de amor en el aroma del jazmín nocturno.
Entonces en medio del dolor de la separación ella me implora.

Vuelve a caminar por la avenida y corriendo dame un poema!
Vuélveme a arrancar hoy de mis labios la sonrisa y el saludo.
Vuélveme hacer feliz con tu locura y dame el amor de sorpresa.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Mientras sufra por ella.


Mientras yo sufra por ella.

Mientras yo sufra por ella el amor estará vivo en la espera.
Y seré joven aún mientras la busque todavía en su puerta.
Mientras oiga su voz llamándome en sus sueños y despierta.
Todavía puede ser un clamor fiel en su corazón mi poema.

Mientras recuerde su voz y su caminar grácil por la avenida.
Habrá esperanza que la conquiste con la actitud de sorpresa.
Buscando marcarle mi sello humilde inolvidable de conquista.
Gimiéndole sólo que si se va mi corazón se queda con pena.

Siento su voz diciéndome; ahora ven como estés sin demora.
Y las calles hablan de amor en el aroma del jazmín nocturno.
Entonces en medio del dolor de la separación ella me implora.

Vuelve a caminar por la avenida y corriendo dame un poema!
Vuélveme a arrancar hoy de mis labios la sonrisa y el saludo.
Vuélveme hacer feliz con tu locura y dame el amor de sorpresa.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


miércoles, 9 de agosto de 2017

Me gustaría que estés aquí.


Me gustaría que estés aquí.

Me gustaría que estés aquí querida bajo el jazmín perfumado.
Aquí en la esquina que nos une, donde suspiro por ti mi vida.
Allí donde escuché tu voz cuando te saludé y estuve a tu lado.
Me gustaría que estés aquí para vivir en el cielo de tu  sonrisa.

Me gustaría que estés aquí para vivir de tu voz consoladora.
Para que me dibujes sueños cada vez que pasas por mi pecho.
Cuando empiezo a sentir la emoción más grande cuando te veo.
Y me dejas la calle con el perfume de tu voz que me enamora.

Vuelvo a recorrer suspirando el camino de tus elegantes pasos.
Y uniendo mis gemidos de amor ellos me llevan hasta ti paloma.
Y te encuentro dulce y hermosa en tu roca donde yo te abrazo.

Busco tu tez  donde me llevas inscrito con ternura y esperanza.
Donde todo el universo de tu amor lo manifiestas con tus gestos.
Y donde todo tu sentir lo reflejas con la amabilidad para mi alma.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Al final de la tarde sentirás el perfume.




Al final de la tarde sentirás el perfume.
Al final de la tarde sentirás el perfume de mi amor sincero.
Que me lo diste sonriente con tu mirada de angelical encanto.
Tu aroma de canela y de sándalo me llega cuando te recuerdo.
Y siento tus manos dibujándome paraísos dulces y sagrados.
Me seduces dulcemente con silencios de originales cantos.
Y recuerdo tu mirada que la grabaste en mí, única y sabia.
Y luego te fuiste a crear nuevos mundos sutiles engarzados,
A tus palabras bellas plenas de amor de melodías y lágrimas.
Hoy vuelvo a vivir con el lenguaje de tus gestos inocentes.
Y te vuelvo a escribir en las hojas de los árboles y balcones.
Y vuelvo a sonreír porque oigo tus pasos dulces y sonrientes.
Me esperas y también te espero mientras el tiempo nos une.
Y mientras tus besos avanzan hacia la cumbre del encuentro.
Allí te daré mi amor con mi silencio en tu silencio que me cubre.
Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

lunes, 7 de agosto de 2017

Novicia.


Novicia.

En el silencio frío del enfriador y santificador convento.
Tus manos cálidas acarician solamente mi nombre.
Que te lo escribí en un papelito que ahora lo escondes.
Y que lo repites como oración de salvación en tus adentros.

Ahora todas las oraciones son mi salvación y me valen.
Todos los misales viejos me huelen a pétalos de flores.
Mas que tus pasos por los pasillos en mi pecho estallen.
Y que tu mirada rompa los muros que nos estorben.

Tu cuerpo hermoso de casta seductora y purísima gracia.
Busca la santidad espontánea como perfume de incienso.
Mas tu mirada tímida de niña enamorada me insinuaba.
Que me amabas mas allá de tu virginidad en suspenso.

Guarda mi nombre en tus elegantes y preciosas manos.
Y quizá vuélveme santo o monje amando tu fiel silencio.
Mas yo te cantaré por siempre con mis versos que te amo.
Así ya hayas hecho sinceramente tus votos perpetuos.

Yo te sacaré a bailar imaginariamente en mis sueños...
Y te dibujaré la vida mas dulce y un romance eterno...
Mas quiero amarte tanto en la libertad de los pueblos...
O así vivas recordándome para siempre en el convento...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Novicia. C



Novicia.

En el silencio frío del enfriador y santificador convento.
Tus manos cálidas acarician solamente mi nombre.
Que te lo escribí en un papelito que ahora lo escondes.
Y que lo repites como oración de salvación en tus adentros.

Ahora todas las oraciones son mi salvación y me valen.
Todos los misales viejos me huelen a pétalos de flores.
Mas que tus pasos por los pasillos en mi pecho estallen.
Y que tu mirada rompa los muros que nos estorben.

Tu cuerpo hermoso de casta seductora y purísima gracia.
Busca la santidad espontánea como perfume de incienso.
Mas tu mirada tímida de niña enamorada me insinuaba.
Que me amabas mas allá de tu virginidad en suspenso.

Guarda mi nombre en tus elegantes y preciosas manos.
Y quizá vuélveme santo o monje amando tu fiel silencio.
Mas yo te cantaré por siempre con mis versos que te amo.
Así ya hayas hecho sinceramente tus votos perpetuos.

Yo te sacaré a bailar imaginariamente en mis sueños...
Y te dibujaré la vida mas dulce y un romance eterno...
Mas quiero amarte tanto en la libertad de los pueblos...
O así vivas recordándome para siempre en el convento...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.