Sonríe que siempre te busco...

Sonríe que siempre te busco...

Sonríe que siempre te busco en mis pupilas...
Donde puedo unir tus silencios a mis silencios....
Y donde todas las palabras se unen en una sola tuya y mía...
Donde podemos encontrarnos como en un lago sin invierno....

Tus manos rozan mis dedos y percibo tu hermoso cuerpo....
Encuentro tu suspirar que me llama con amor intenso...
Te identifico por tu perfume de canela por tus ojos bellos...
Donde puedo escribir con una sola mirada una biblia de versos....

Amo, tus brazos de delicada hermosura y de armonía única....
Amo, tus hombros donde cantan miles de avecillas diminutas....
Amo, tu cuello donde pulsas el amor hecho palabra fúlgida...

Amo, tu silencio amo tu distancia y tu cercanía....
Amo, tu presente tu continuo amor hecho música....
Amo, este amor que nació entre los dos un día....

Robert Anìbal Sànchez Fajardo.

Sí, cierro los ojos y trato de volver a mi sueño.

Sí, cierro los ojos y trato de volver a mi sueño.

Cierro los ojos y trato de volver a mi sueño, porque estás ahí.
Estás en la dulzura del amor que nos dibuja paraísos si fin.
Estás en mi sueño y te busco con el dulzor de tu sonrisa de alelí.
Y tus manos milagrosas me trazan caminos para llegar hacia ti.

Eres mi sueño el mas dulce que recorre en mi corazón de poeta.
Sé que me llevas en tus sueños porque encuentro tu melodía.
En ella me señalas al viento como mensajero de tus poemas.
Mientras busco tus palabras para poder acariciarte noche y día.

Me afianzo en tu mirada y a tu ventana para encontrar tu canto.
Y para escuchar tus pasos en medio de la lluvia acariciadora.
Y poder percibir tu perfume de rosa con tu esencia y tus manos.

Y te puedo besar en el silencio de la noche mientras me piensas.
Y llevas mi poema a tu pecho de princesa con la dulzura que besas.
Y vuelves a sonreír como niña mientras yo te escribo un nuevo poema.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Búscame dentro de tus sueños.

Búscame dentro de tus sueños.

Búscame dentro de tus sueños serenos y encantadores.
En medio del bosque te espero y tómame de la mano.
Caminemos distancias y me cuentas lo que te propones,
Dibujar con el corazón en la noche estrellada de verano.

Yo te diré que nos oyen todas las constelaciones y la luna.
Y amaneciendo veo tu sonrisa brillar como el firmamento.
En ella dices mil versos de amor mientras beso tu aliento.
Mientras beso tu cuello con el aroma de la floresta valluna.

Deseo que soñemos y podré decirte que siempre te quiero.
Mientras trazamos nuestro destino en las estrellas sureñas.
Y buscamos en la selva la ruta del sinsonte de canto bello.

Y buscamos los perfumes del jazmín, de menta y canela.
Mientras dejamos en los espejos de los pequeños lagos.
Escritos los deseos para que crezcan cuando ya amanezca.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Hoy quiero hacerte un poema.

Hoy quiero hacerte un poema.

Hoy quiero hacerte un poema para recordar tu gracia y tu perfume. Para otra vez construirte un horizonte con la dulzura de tu voz clara. Con la ferviente oración de amor de tu corazón brillando en la cumbre. Y con el canto de tu sentimiento que navega cada día con tu mirada.

Buscaré las notas mas dulces del tiempo aromático de tu ventana. Y encontraré tu sonrisa que me recuerda mientras me piensas. Y podré palpar tus manos que me envían tus mensajes del alma. Y podre estar en silencio contemplado tu amor mientras me besas.

Quiero encontrarte en la tarde perfumada cuando todo está en calma. Y sólo oigo tus pasos sonoros en los corredores de tu dulce casa. Y siento el dulce sabor del amor pleno cuando te beso a la distancia.

Hoy caminas en mi pecho y siento el ritmo de tu corazón sincero. Hoy puedo escribirte un poema con tu perfume diciéndome te quiero. Y puedo decirte que siento tu gracia anunciando tus dulces besos.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siento tu dulzura.

Siento tu dulzura.

Siento tu dulzura en mi corazón con tu amor hecho caricia....
Y tu perfume de rosa guía el encanto de tu voz que mi nombre pronuncia....
Te encuentro en el tiempo de la tarde cuando los aromas se deslizan....
Para transformarse en mensajes de tu corazón que son mi delicia....

Tu belleza está impregnada de cantos de galaxias innumerables...
Y de trinos de aves que desde su corazón a tu amor le hacen homenaje...
Tu belleza esta cifrada en las rosas que cultivas que te hablan en las tardes....
Tu belleza está en tu voz que puede crear nuevos sueños de amor al hablarme....

Todos tus sentimientos se unen en tu hermoso lenguaje...
Y abres los caminos de la libertad del amor con tu dulzura...
Y con la gracia de tu trato sincero y por siempre amable....

Te encuentro en el camino de los jardines que brillan con tu hermosura....
Me esperas con tus brazos hermosos plenos de gracia y de aromas orientales...
Y me brindas tu corazón con el lenguaje de tu sonrisa y con tu inconfundible ternura.....

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Busco la esencia de tu amor.

Busco la esencia de tu  amor.

Busco la esencia de tu  amor y tus  sueños en tu mirada.
Los sueños que edificó el tiempo a golpes de nostalgia.
A golpes de versos que te escribí en tus manos de colegiala.
Cuando salías a verme al muelle con tu sonrisa y tus lágrimas.

Tu silueta hermosa quedó grabada en las palmeras del puerto.
Tus silencios de amor y tu perfume los cincelaste  en mi pecho.
Para volver a empezar a amarme y tenerme en tu gentil recuerdo.
Cuando yo zarpaba en el barco y quizá no esperabas mi regreso.

Volveré a buscar la huella de tus elegantes pies de princesa.
Volveré a escribirte versos marineros en tus gratos cuadernos.
Volveré a buscar tus besos y tus labios que guardan mi esencia.

Y podré en tu pecho encontrar el amor con aroma de canela.
Y recorreremos la playa con los sones de cantos marineros.
Y volveremos a amarnos en las dulces noches de luna llena.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

En tu corazón.

En tu corazón.

En tu corazón caben todos los paisajes y poemas...

Y todo el mundo siente tu alegría de amor puro...

Eres, la mujer más bella eres melodía de música serena..

Y tus manos llenas del amor son sus mensajes seguros...

En tu primavera todos los sueños florecen con cariño...

Tu sonrisa angelical me anima y bendice a cada instante..

Y tu belleza radiante un nuevo camino elige triunfante...

Para construir alas a las ilusiones que beses con trinos...

Eres libre para ser feliz siguiendo tus anhelos juveniles...

Todos los triunfos y continentes te esperan ansiosos...

Todas las playas colocarán esmeraldas brillantes gentiles ...

Todas las ciudades del mundo contigo hoy celebran con gozo..

Hoy el mundo es más bello y más sincero y más libre...

Y todos los mundos posibles tu corazón lleva con alborozo..

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

En tu corazón.

En tu corazón. 

En tu corazón caben todos los paisajes y poemas...
Y todo el mundo siente tu alegría de amor puro...
Eres, la mujer más bella eres melodía de música serena..
Y tus manos llenas del amor son sus mensajes seguros...

En tu primavera todos los sueños florecen con cariño...
Tu sonrisa angelical me anima y bendice a cada instante..
Y tu belleza radiante un nuevo camino elige triunfante...
Para construir las alas de las ilusiones que beses con trinos...

Eres libre para ser feliz siguiendo tus anhelos juveniles...
Todos los triunfos y continentes te esperan ansiosos...
Todas las playas colocarán esmeraldas brillantes gentiles ...

Todas las ciudades del mundo contigo hoy celebran con gozo..
Hoy el mundo es más bello y mas sincero y mas libre...
Y todos los mundos posibles tu corazón lleva con alborozo..

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Bogotana.

Bogotana.

Camina una mujer por la capital hablando;
Con la esperanza y palpitando en su sonrisa.
Lleva los mas altos ideales, corro a su lado
Y cruza con su elegante paso por una esquina.

Me llega el aroma de canela de su tez trigueña...
Parece que me quiere, me dice una vecina.
Lleva el código del amor en su corazón y me mira
Con una mirada dulce y firme antes de cruzar la avenida.....

Ella me comprende sabe de mi volcán amoroso,
Que explota en mi corazón sureño pleno de versos.
Lleva nostalgias bien definidas nacidas de amores tiernos.
Y el amor vibrando en sus venas mezcla de llantos y gozos.

Ella sabe de alegrías y de despedidas con suspiros
Y dolores y le encuentra sentido a sus penas.
Ella sabe de noches de insomnio escuchando tríos,
Preguntándose donde está el que quiero a mi puerta.

Poderla definir es difícil me tocaría buscarla.
Ir a su barrio y mirar de lejos su bella silueta
Sentir sus pasos sonoros y en silencio amarla...
Y saber que lleva en su corazón mi único poema.

O esperarla en un centro comercial de Chapinero.
Buscando unos zapatos azules y unas medias...
Para una fiesta en un club social de protocolos lleno...
Y poderme presentar como invitado en su mesa.

Bueno solo se que en mi corazón camina.
Como la niña mas madura de mi amor dueña,
Como la mas ilustre dama santafereña
Con su acento bogotano que conquista.

Con su mirada serena de cantos y de lumbre.
Con sus manos de aromas de rosa y lirios...
Con sus libros y trabajos y con un suspiro,
En su corazón y una lágrima que lo cubre...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

A la mujer con alma de Cristal.

A la mujer con alma de Cristal.

Quiero que me acompañen las constelaciones de oriente,
Y decirte que tu alma lleva todos los poemas mas bellos.
En tu corazón llevas los cantos mas puros que se sienten.
Cuando el amor inocente es tu voz para decirme te quiero.

Tu bella sonrisa la llevo como el sello mismo del cielo.
Tus ojos recorren mi sendero y alumbras mi camino.
Entrelazas lunas y misterios, soles y tiernos silencios.
Para sembrar en mi tus sueños uniéndote a mi destino.

Quiero besar tu perfume de rosa que crea con luz la vida.
Besar tu alma de cristal donde sientes el amor sin medida.
Y besar tu boca donde el cielo comienza con tu sonrisa.

Quiero decirte que te quiero y ser tu siervo en tu palacio.
Quiero acompañarte con el amor mas puro, sincero y sabio.
Y encontrar la alegría y la paz y el eterno amor a tu lado.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Te beso en tu corazón.

Te beso en tu corazón.

Beso tu corazón de paloma y me regalas el fuego sagrado;
El amor mas puro que guardas siempre para mi tu siervo.
Vivo en tus ojos de princesa y navego en tu amor sincero.
Me acaricias y me besas cada mañana y estoy a tu lado.

Tocas mi corazón dulcemente con tu boca de dulce encanto.
Y me das tu sonrisa y me rescatas con tus palabras sagradas .
Viertes todo tu amor con una sola mirada que me dice te amo.
Y siento tu corazón palpitando cuando me lees con calma.

Vivo en la luz de la fe que me brindas con tus bellos ojos.
Y me señalas un camino de inmigrante que sigue tu destino.
Y me esperas en la playa escribiendo mis versos poco a poco.

Yo busco tu huella en los barcos que surcan los mares de oriente.
Y encuentro tu perfume en los bosques donde está tu camino.
Y encuentro nuestra historia de amor escrita en tu mirada, mi fuente.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Rosa del Sur.

Rosa del Sur.

Si la belleza pudiera resumirse inocente y pura...
Dios escogería tu semblante de niña esplendorosa.
Y bendeciría los campos con tu voz plena de dulzura.
Y esa tierra florecería con tu mirada tierna y bondadosa.

Esa tierra existe y es este bello sur donde floreces.
Y le das un nuevo matiz de bendición permanente.
Y es tu corazón sublime que sensible lo enaltece.
Y el paisaje da un giro gentil con tu perfume inocente.

Recibe este poema de tu amigo que aún no te ha visto.
Que solo ha captado tu bondad por tus palabras sagradas........
Y solo espero mirarte para completar la dicha que palpito.

Lleva estas palabras sinceras en tu corazón como un regalo...
De un poeta que valora tu nobleza con amor infinito...
Y que siempre te recordará desde el amanecer hasta el ocaso.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Canto general para la paz de Colombia.

Canto general a la paz de Colombia.

Nos olvidaremos del ingenio para la guerra.
Y adoptaremos el asombro dulce por la paz.
Volveremos a ser hermanos en nuestra tierra.
Y solamente escucharemos la canción de amar.

Encontraremos nuevos caminos de convivencia.
Inventaremos la vida con nuestros propios sueños.
Y seremos capaces de perdonar a conciencia.
Y reconstruiremos la familia como eje sereno.

Crearemos democracia campesina y urbana.
Leyes donde los obreros sean artífices libres.
Donde se sienta una sola nación sin cicatrices.
Donde el congreso sea de corbata y de ruana.

Donde se humanice la técnica y el avance.
Donde toda empresa tenga intención social.
Donde todos nos ayudemos con solidaridad.
Y el progreso sin racismos a todos nos alcance.

Buscaremos la poesía de sentir y comprender.
Que Colombia tiene capacidad de inspiración.
Que tiene capacidad de soñar y de imaginación.
Y que si tiene capacidad de brillar sin ofender.

Que podemos entender las proporciones de la realidad.
La arquitectura de poder interpretar nuestros sueños.
De racionalizar el modelo de país que queremos.
Y darle sentido a nuestras intenciones de amar la paz.

Que podemos definir las directrices para dialogar.
Trazar los caminos para emprender un país nuevo.
Donde se encuentre un ámbito cívico para actuar.
Y donde valoremos en todos el talento para lo bueno.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Un País.

Un país...

Un país se vuelve digno cuando sus ciudadanos:
Tienen un sentimiento de pertenencia responsable,
Pensamiento con ideas civilistas con fines sanos.
Y un procedimiento de acciones solidarias y amables.

Un país es progresista y futurista cuando sus habitantes;
Orientan sus anhelos a la comprensión sabia de un porvenir óptimo.
Cuando toda decisión racional humaniza la técnica y sus avances.
Y cuando las voluntades convergen en el diseño de un país para un tiempo próximo.

Un país es autónomo, decidido, estable y firme.
Cuando crea un modelo de país con un enfoque vivo.
Cuando crea una realidad siempre activa y con espíritu libre.
Y cuando cada estructura social y política se apoyan a un solo ritmo.

Y un país se convierte en humanitario y con sensibilidad social voluntaria.
Cuando todos los esfuerzos se concentren en ayudar a los demás incondicionalmente.
Y cuando el evangelio del amor brille en cada corazón como luminaria.
Y que luego esta luz se expanda como perfume de amor en las gentes.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la más pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tú siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento en mi humilde corazón.

Siempre siento.

Siempre siento en mi humilde corazón tu dulce amor pleno Es tu amor inocente y majestuoso como un canto sereno. Me hablas con palabras sencillas e inolvidables desde lejos Amo la forma como miras la vida sin quejarte de recuerdos.

Y con hondo sentir silente que se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras, miras las palmas del Sahara con tu propio aroma. Que como tú siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena dulce y mora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso y de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. De tu mirada serena y eterna que en los adioses se afianza.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento tu amor.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Siempre siento.

Siempre siento.

Siempre siento tu amor pleno en mi corazón, Es tu amor inocente tan grande como el de Dios, Me hablas con palabras sencillas e inolvidables con tu voz. Amo la forma como miras la vida; dulce sin quejas, sin decir adiós.

Y con profundo sentir donde el amor se apoya en la pena, En la mas pequeña luz de una lágrima sincera. En el leve sonido de un gemido suplicando espera. Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras miras las palmas de Argelia con aroma. Que como tu siempre me esperan en el desierto enorme Embriagadas de sol y de amor sobre la arena que ora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso de esperanza. Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme. Y una mirada serena que me diriges desde lejos plácida..

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

La Paz.

No dejemos que la paz se vuelva una paloma torcaz, enredada en las telas de araña de Uribe, tenemos que hacerla volar con una nueva democracia como paloma mensajera de unión, donde tengan cuota fija en el congreso los campesinos, obreros, víctimas del conflicto, representantes de grupos étnicos y colombianos de buena fe.

En tu lecho.

En tu lecho.

En tu lecho me piensas y me sumerges a tu misterio a tu aliento.
Siento tu cuerpo de hermosura plena mientras te deseo y beso.
Voy dibujando las caricias por tu piel, tu tez de azucena y cielo.
Y tu corazón atrapa todas las palabras que te dibujo en tu pecho.

Mientras la noche callada avanza tu amor me rodea con tus ansias.
Quiero estar siempre allí cerca de tu almohada mientras sueñas.
Me buscas en luna llena y extiendes tus cabellos con aroma de acacia.
Y alegre sonríes mientras te guardo en mi corazón como mi dueña.

Te acompañaré siempre allí en tu lecho para sentirte la mas bella.
Tu, mi mujer que me conquistaste un día con tu fervor de azucena.
Y recorres mis caminos mientras yo te rodeo de besos en tu tez morena.

En tu lecho escribiré siempre mis poemas para tu corazón bello.
Para tu cuerpo hermoso que se extiende por continentes risueños.
Para tus manos de seda, para tu sonrisa donde llevas mis versos.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.