sábado, 30 de septiembre de 2017

La finitud de las cosas.


La finitud de las cosas.
Lo finito en las cosas es su aroma.
Que crea con la sonrisa de los tiempos.
Es el aroma de tu pieza en silencio.
Es tu voz que me llama en la aurora.
Es el canto de tu sonrisa de ángel.
Es el vacío que dejaste en el aire.
Es tu perfume de amor que me atrae.
Es la caricia de tu mirada tu lenguaje.
Es sentir tus pasos dulces silentes.
Que rondan en mi corazón al verte.
Es tu amor que lo palpo en mi mente.
Es tu rostro de mujer bella ausente.
Que me espera más allá del puente.
Es tu piel donde escribo mi suerte.
Y es la cafetera que hoy te espera.
Y es el paisaje con aroma nativo.
Y es tu corazón que me recuerda.
Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Un beso en suspenso. La mejor



Un beso en suspenso.
Vi tus pechos de sensual belleza y hermosura.
De blanquecino brillo y de seducción tierna.
Me mirabas fijamente y me pedías un beso a ciegas.
Tu belleza se salía de tu blusa y la insinuabas pura.
Tu belleza era una biblia de amor intenso y sereno.
Y palpitaba tu juvenil corazón a ritmo vertiginoso.
Aplazaste todo; las palabras y los encuentros para el otoño.
Y se quedó palpitando un beso de amor en suspenso.
Todo ha pasado has podido sufrir y rumiar esperas.
Y has gozado alegremente nuestro sorpresivo encuentro.
Y me expresas tu amor con tu delicada voz dulce y queda.
En tu garganta vive un grito reprimido diciéndome te quiero.
Y buscas la forma de que estemos juntos muy cerca.
Y que ese beso se cumpla en cualquier parte, en tu colegio.
Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Yo vivo en tus ojos de cielo.



Yo vivo en tus ojos de cielo.

Yo vivo en tus ojos de amor puro que me aman.
Y llevo en mi corazón el perfume de tu sonrisa.
Siento en mi boca la dulzura de tu aliento y calma.
Y en tus labios somos una palabra que nos unifica.

Unes todos los tiempos con tus manos de niña.
Y construyes universos de sueños hechos caricia.
Unes mi amor con el tuyo en un suspiro que grita.
Con el sabor dulce del beso que tu pecho ansía.

En cada momento deseas mi presencia, de ti cerca.
Y me mandas los mensajes en el viento y la brisa.
Y con tus cantos me envías tus besos que me llegan.

Y en la dulzura de tus labios dibujo una promesa.
La promesa de unir nuestros corazones en fiesta.
Con la dulce bendición de la ternura de tu inocencia.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

domingo, 24 de septiembre de 2017

Tu voz hermosa.



Tu voz hermosa..

Tu voz hermosa me acaricia mientras me miras....
Sigo el movimiento de tus manos tiernas que me abrazan....
Estas en mi diario vivir y tus pupilas me miran con ansia...
Agachas la cabeza y lloras por mi por la distancia y suspiras....

Tus labios pulsan un beso simbólico y me llamas....
Y tu corazón se mueve hacia el mio con cortas palabras.....
Vas cifrada a mi memoria porque sé que me amas....
Vas escrita a mi historia con tu perfume y tus lágrimas....

Tus palabras las llevo con el fervor mas grande...
Ellas tocan mi corazón cuando me pides un poema....
Ellas llevan tu voz y tu dulzura juvenil me invade....

Te acercas siempre con tu mirada penetrante.....
Y puedo palpar tu cuerpo hermoso y grácil....
Y te amo a la distancia entre silencios de amantes....

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Me cuesta imaginarte ausente. dedos.




Me cuesta imaginarte ausente.

Me cuesta imaginarte ausente para siempre.
Y saber que tu perfume para verte me lleva
Recorro los lugares y campos todos verdes.
Y vuelvo a sentir tu presencia dulce y bella.

Vuelvo a escuchar del amor las fieles campanas.
Y tu silueta en la tarde con los aromas se dibuja.
Vuelves a recoger feliz mis besos que te buscan.
Vuelves a sonreír con mi voz que siempre extrañas.

Todo el campo nos cobija con su canto sincero.
Y volvemos a amarnos entre estrellas y luceros.
Y volvemos a decirnos quedamente te quiero.

Nuestras voces se unen en el místico silencio.
Mientras contemplamos nuestro azul universo.
Mientras nuestras manos se besan con los dedos.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Vas inscrita en mi garganta. 1




Vas inscrita en mi garganta.

Vas inscrita en mi garganta junto al pergamino de mis sueños.
Desfilas elegante seduciendo mis tiempos nuevos y añejos.
Me inscribes en tu pulsera y me rondas con tus ojos trigueños.
Y bailas con cadencia tu música árabe sobre tapices y azulejos.

Me envuelves en tu mirada y me sacudes la nostalgia que estorba.
Voy unido a tu pecho mientras me quieres y finges tu desprecio.
Me conquistas y luego me despides para que el desdén absorba.
Y me analizas haber si te olvido o vuelvo a buscarte como un necio.

Yo te busco cuando la luna llena nos llama al parque para vernos.
Y me muestras tus sentimientos expresados en tu pequeño diario.
Entonces bajas la cabeza y te rindes en mis brazos para querernos.

Yo te busco en mi garganta donde llevo escrito para ti mi verso sincero.
Y siento que de allí no te marchas porque eres del amor mi calendario.
Entonces te fijo en el cielo de mis sueños donde eres mi estrella y lucero.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Tu belleza permanece estampada en el jardín.



Tu belleza permanece estampada en el jardín.

Tu belleza permanece estampada en el jardín del recuerdo.
Y quiero estirar tu ciudad para sólo contemplar tu huerto.
Y buscar tu sonrisa en plácidas flores imágenes de tu cuerpo.
Y besar tu jardín mientras piensas a solas en nuestro encuentro.

Busco tu voz en mi dolor y amor que son los caminos que nos unen.
Te busco en los volcanes donde me buscas, donde dejé mis huellas,
En tus aventuras que haces cuando suspirando subes a las cumbres.
Te busco cuando no me encuentras y me hallas en la plaza de la estrella.

Te busco en los bailes de tango y en las festivas rumbas de España.
Te busco hoy porque creo amaneciste pensando en mi desde tu pueblo.
Desde tu ciudad de torres de iglesias y plazas rojas donde me extrañas.

Te busco en cualquier parte porque siempre estás el mundo recorriendo.
Te busco en las montañas de suramérica en las cuevas indígenas sagradas.
Y te busco en mis palabras porque siempre estás escalando en mis versos.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.




El amor va mas allá de lo imaginable.




El amor va mas allá de lo imaginable.

El amor va mas allá de lo imaginable es el perfume secreto del alma.
El amor va más allá de extrañarte, es tu sonrisa como ave que vuela.
Son tus palabras sentidas con el arte de amar más allá de que duelan.
Mas allá del dolor y mas allá de la espera que en nuestras almas canta.

Tu corazón me muestra la poesía que en tus labios se dibuja.
Y mas allá de las palabras está tu mar de sentimientos tiernos.
Mas allá de tus ojos está el paisaje de tu amor como una súplica.
Y mas allá del fuego donde me llevas está tu clamor fiel secreto.

Más allá del tiempo te dibujo en mis vigilias donde te siento mía.
Y percibo el aroma de azahar fresco y primaveral de tus brazos.
Voy ligado a tus palabras y voy impreso en tus gestos y alegría.

Mas allá de las profecías me esperas en el arroyo del recuerdo.
Y me construyes pequeños paraísos hechos con tu mirada serena.
Y mas allá del futuro estás en el inicio del amor donde eres lucero.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


jueves, 21 de septiembre de 2017

Añoranzas del retorno.





AÑORANZAS DEL RETORNO.

En la feraz comarca de mi infancia,
con el correr del tiempo victimario,
no hay ni cenizas de paterna estancia,
ni una señal del viejo vecindario...!

Sobre el terrón huesoso de lo extinto
se alza a manera de rosal disperso,
otro poblado de perfíl distinto
con otras gentes de pensar diverso...!

En el umbral del nuevo caserío ...
nadie descifra lo que mi alma ansía:
beber el agua del antiguo río...!
y abrir la puerta de la familia mía...!

Pero a pesar de cuánto desengaño,
miro en la torre el mismo campanario,
que fue el reloj de mis primero años
y que hoy es un canto solitario...!

Dulce campana de tañido triste...!
tú me devuelves mi niñez temprana...!
el pobre niño que partir le viste,
Niño regresa con cabeza cana.

José Celestino Sánchez Benavides.

El Brindis del Alma.




BRINDIS DEL ALMA.

En la copa cordial de mi lenguaje
como símbolo fiel de complacencia,
brindo el alma inmortal en homenaje
que merece tan digna concurrencia.

El licor del espíritu no embriaga
porque tiene la norma dirigible
de brindar la verdad que no naufraga,
de brindar amistad inconfundible.

En el cielo sin nubes de mi mente
los amigos de firmes convicciones,
valen más que los astros refulgentes,
mucho más que cien mil constelaciones.

La virtud que se alcanza en franca lidia
resplandece en las frentes meritorias
más que el oro filial de la perfidia
y el dinero causal de vanagloria.

Nada tiene valor en la existencia,
nada refulge en la frente por corona,
nada como la paz en la conciencia,
nada como el honor en la persona.

Al sentirme en consorcio tan portento
de seguros amigos verdaderos,
brindo el néctar lustral del pensamiento
en estrofas de ritmos placenteros.

Recibid colección de almas serenas,
mis ardientes anhelos de ventura
y conmigo brindad en copas llenas
por la eterna amistad divina y pura.

José Celestino Sánchez Benavides.

El Maestro de la escuela campesina.




EL MAESTRO DE LA ESUELA CAMPESINA

Con la idílica dulzura con que hablaban mis abuelos
de sus líricas campiñas circundadas de arroyuelos,
brota el río montañero de mi verbo juvenil.
Soy entonces connativo de la fuente cristalina,
el amigo inconfundible de la errátil golondrina
y el dinámico labriego del espíritu infantil.

Fortifica mi docencia la ancestral filosofía,
que propugna la existencia de Eternal Sabiduría,
cuyo Verbo enciende soles de infinita claridad.
Sublimizan mi escuelita las nevadas serranías,
que se yerguen en el fondo de azuladas lejanías
como símbolos tocados de apacible eternidad.

Enseñando democracia bajo el techo del labriego,
yo disfruto con mis niños del dulcísimo sociego,
que no sienten los magnates del dinero corruptor.
Nada pido de rodillas frente al trono de los grandes,
porque miro el sol de frente como el cóndor de los Andes.
pero exijo del estado su concurso protector...!

Soy semblanza de mi pueblo de carácter castellano,
que hace Patria generosa con la palma de la mano,
sin más ciencia ni más arte que su propia sensatez.
Soy la estampa de una raza de progenie legendaria,
que hizo azules paraísos de una selva milenaria
y de cada infancia nueva su futuro de honradez...!

Con mi bíblica sapiencia - que descifra los enigmas -
soy el genio creativo de divinos paradigmas
y de fuentes de agua viva con la vara de Moisés.
Soy entonces la campana religiosa de la aldea,
soy el Himno de la Patria, la Bandera que flamea
y el clarín de los soldados de mi pueblo nariñés...!

Voy camino de Francisco, el heróico misionero,
del amigo de los lobos, del infrágil compañero,
que miraba en cada cosa lo que puede el Creador.
Mucho aprendo de la hormiga que abre rutas en cadena,
soy alumno de la abeja que me enseña su colmena,
de la araña que entreteje de ilusiones su balcón.

Vivo absorto con Isidro labrador de las praderas,
que con mano milagrosa convertía en cementeras
los estériles desiertos y las rocas del peñón.
Soy entonces el maestro de la Escuela Campesina,
el clarín de los soldados de mi tierra surandina
y el artífice del canto como el dulce ruiseñor...!

José Celestino Sánchez Benavides.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Que mis poemas te son muy agradables.




Que mis poemas te son muy agradables.

Que mis poemas te son muy agradables me dices.
Yo te digo que mis versos para ti me los da el cielo.
Llevan cantos de mi corazón cuando me bendices.
Me bendices con tus palabras señoriales que anhelo.

Navego en tu hermoso amor angelical prudente y sabio.
Que como el milagro de amor más grande tu me has dado.
Entonces te escribo la biblia de mi amor en tus bellos labios.
Y vivo del aroma de tu sonrisa sintiendo que estás a mi lado.

En una gota de rocío suspendida en el pétalo de una rosa.
Te envío una lágrima de alegría cada vez que me miras.
Cada vez que suspiras por mí, tu siervo y me recuerdas a solas.

Y cada vez que me escribes, mi corazón del tuyo se enamora.
Y me siento muy feliz que tu me lleves en tu dulce voz sonora.
Y que puedo besar tus labios cuando en la noche me nombras.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


Tus ojos fijaron su mirada.



Tus ojos fijaron su mirada.

Tus ojos dulces fijaron su mirada en mi rostro con barba.
Tu mirada plácida de niña estudiante me interrogaba.
Y mil sueños de amor y caminos tallaba en mi alma.
Y unías mi alma a tu alma con tus ojos verde esmeralda.

Me marcaste con tus ojos y me señalabas mil años de dicha.
Cambiaste mi vida  pues ya no miro la ciudad sino verdes praderas.
Quitaste la cárcel de mi nostalgia y me dabas la miel de tu vista.
Tus ojos encendieron mi medicina y la escribiste en tu piel trigueña.

Entonces vivo en tu mirada y en la ronda de música cuando me miras.
Percibo feliz el verde mensaje de tus ojos cada vez que te recuerdo.
Palpo la felicidad con mi pecho que lleno está de tu mirada y sonrisa.

Mi sentimiento de amor va al compás de tus ojos y de tus pasos sonoros.
Y nos volvemos a buscar en el mismo café donde nos conocimos plenos.
Y nos volvemos a enamorar recordando cuando nos miramos a los ojos.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





domingo, 17 de septiembre de 2017

Espérame en la ventana esta noche.




Espérame en la ventana esta noche.

Espérame en la ventana esta noche mientras dure la primavera.
Mientras en la luna llena todo el amor de tu espera te escribo. 
Mientras rescato el fulgor de paz que me imprimió tu mirada primera.
Mientras recorro el camino por donde viniste buscando tu alivio.

Espérame en tu ventana cargando a tu espalda mi poema. 
Cargando mi amor que a la distancia es pluma que vuela.
Que muy cerca de tu ventana es el toque secreto que esperas.
Y en la noche es el paisaje que vuelve a nacer cuando me deseas.

Espérame en tu ventana con tus ojos con perfume pintando.
Con aromas dibujando la dulzura de la plegaria del encuentro.
La plegaria del silencio cuando prometes amarme hasta el llanto.

Cuando dibujas para siempre mis palabras en tu hermoso pecho.
Cuando se paraliza hasta el mismo universo tus besos esperando.
Cuando tu música me sigue y me busca en tus manos y en tu lecho.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Le canto a tu voz.




Le canto a tu voz.

Le canto a tu voz que es como canto de palmera.
Lleva mensajes de estrellas que brillan en tu pecho.
Tu voz es tierna e infantil y a tu amor me conecta.
En ella me llevas unido a tu gracia a tu amor sereno.

Con tu voz me besas mas allá de todos los momentos.
Eres el recital secreto en mis oídos con tu voz fresca.
Eres el camino de melodías de amor en tus venas sintiendo.
Y en mi pecho palpitando un beso, eres la gracia sincera.

Tu voz se ha quedado en mi alma y un corazón me dibuja.
Mil secretos grabas a mi garganta con tu escritura sonora.
Y versos de amor tallas en mi torrente con diminutas burbujas.

En tu voz van historias de amor no contadas que imploran.
La dulzura de sentir la esperanza de amar con tu música.
La dulzura de vivir cerca a tus palabras que me besan ahora.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Busco tu amor en tu pecho.



Busco tu amor en tu pecho.

Busco tu amor en tu pecho en una frase aún no escrita.
En una frase en la cual en silencio y a solas meditas.
En esa frase yo recorro por tus ojos mientras me descifras.
Entonces me besas con tu mirada y con tu sonrisa, infinitas.

Escucho tus labios que con letras secretas de amor me envías.
Y escondes un poema para mí de donde nace toda tu alegría.
Podré encontrar ese poema en una playa remota y escondida.
Escrito con arenas en las hojas de palma en la playa a la orilla.

Mas sólo sentiré lo que me dices cuando me cantes con la brisa.
Cuando me digas que me amas con los gestos dulces de tu sonrisa.
Y sabré el lenguaje de tu mirada y de tu perfume cuando suspiras.

Llévame en tus silencios frente a tu ventana donde el viento gira.
Donde tu dulce mirada escribe en la pizarra de la espera tu dicha.
Donde dibujas la esperanza con palabras de amor aún no conocidas.


Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Siempre siento en mi humilde corazón tu dulce amor pleno.


Siempre siento.

Siempre siento en mi humilde corazón tu dulce amor pleno
Es tu amor inocente y majestuoso como un canto sereno.
Me hablas con palabras sencillas e inolvidables desde lejos
Amo la forma como miras la vida sin quejarte de recuerdos.

Y con hondo sentir silente que se apoya en la pena,
En la mas pequeña luz de una lágrima sincera.
En el leve sonido de un gemido suplicando espera.
Y en un dulce dolor en el corazón que nos acerca.

Mientras, miras las palmas del Sahara con tu propio aroma.
Que como tú siempre me esperan en el desierto enorme
Embriagadas de sol y de amor sobre la arena dulce y mora.

Tu amor ha sido un perfume de incienso y de esperanza.
Un canto que susurras en el silencio humilde y conforme.
De tu mirada serena y eterna que en los adioses se afianza.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


miércoles, 6 de septiembre de 2017

Matemática sentimental.




Matemática sentimental.

Estás en la progresión geométrica de mis sueños.
Y en el logaritmo del siete vas en mi música nativa.
Y las triplas pitagóricas te dibujan en mi silencio.
Y vas al compás de mi cuadratura musical sensitiva.

Yo te busco en el círculo polar en los fractales del hielo.
Eres la armonía del ciclo lunar y tu circular sector busco.
Me llevas en el tambor de tu cónico corazón fiel y sincero.
Me envuelves en tus formas modulares en tu sonoro huso.

Con tus teselaciones de Penrose en espiral me conquistas.
Y en la melodía del número treinta y dos eres mi cábala.
Y vas unida a mi tabla del nueve cuando busco alegre tu pista.

Me tejes en los índices de relación y correlación de tu estadística.
Y en el análisis de variancia encontramos de la genética su gama.
Y te buscaré en los ángulos de una esquina del jazmín mi legítima.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Blanco Carnaval.




Blanco Carnaval.

La tierra clama por la vida desde los polos hasta la selva.
Expresa en su dolor; más sensibilidad y mas conciencia.
El agua la acompaña y también canta y señala firmeza.
En la protección de los ríos y los mares que ahora se secan.

El paisaje lanza un fiel grito y un poema para que se quiera.
Para que se ame otra vez el verdor en los bosques y praderas.
Para que la vida sea el lazo de unión en nuestra pequeña esfera.
Y vuelva el canto y vuelva el perfume a todas las cordilleras.

El arte edifica los sueños de conservación, el arte enseña.
Para que todos volvamos a tejer la vida como única bandera.
Para que desde nuestro corazón miremos toda su belleza.

Los polos hacen su clamor en el blanco como el mejor lienzo.
La selva contesta con su verdor y sus lenguajes en concierto.
Los animales claman por la vida en nuestro pequeño universo.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


domingo, 3 de septiembre de 2017

Siento en mi el encanto de tu alma.



Siento en mí el encanto de tu alma.

Siento en mí el encanto de tu alma y tu perfume beso.
Que me trae tu voz dulce que amo con un amor tierno.
Me buscabas en el matiz del sol unido a tu sentimiento.
Y en una hoja de tu baúl estaba inscrito para tu recuerdo.

En el cofre de tu corazón me tenías guardado en una esquina.
Me buscabas en las inscripciones de las piedras en el desierto.
Más me escondía en una palabra tuya pronunciada en tu vigilia.
Y en una hoja de árbol te iba a buscar a tu puerta y a tu puerto.

Buscaba tu cuerpo hermoso entre colinas y arroyos de la selva.
Eras una muñeca hecha de mirra e incienso plena de fieles cantos.
Me rozabas dulcemente y tocabas mi pecho con tus manos de seda.

Te encuentro en el camino de la aurora en el brillo del espacio.
Te encuentro en mi corazón que con tu sentir en mí te quedas.
Estás en las raíces de mi amor que te desea en los ocasos de mayo.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Un momento la vi.



Un momento la vi.

Ella que con mucha atención me ama hoy la vi sonriente.
Sin buscarla la hallé y traía paisajes del sur en su brazos.
Su bella sonrisa la impregnó en mi corazón amablemente.
Mas sus ojos marcaban el tiempo del amor con sus trazos.

Escribía su nombre en un papel y me lo daba de recuerdo.
Allí estaba la muñeca del café Pushkin la del chocolate.
Siempre me miraba a cada momento creo a diario lo hace.
Su dulzura palpable se quedó en mí como mensaje secreto.

La forma de mirarme me decía que volveríamos a vernos.
Estaba segura de que me iba a extrañar al pasar el puente.
Su mirada de paz me ligaba a su alma con matices eternos.

Creo siempre ha estado a mi lado como algo muy sagrado.
Ella sabe de tiempos y de encuentros como ángel fulgente.
Sabe que vivo de su mirada y que feliz me siento a su lado.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.