Vivo en tus palabras plenas de amor.

Vivo en tus palabras plenas de amor.

Vivo en tus palabras plenas de amor que me aman.
Y camino dentro de tu voz dulce que me regalas.
Voy unido a tu pecho, a tu aroma, a tu tez sagrada.
Donde puedo hacerte los poemas para ti mi dama.

Caminas dentro de mi sentimiento con tu nostalgia.
Y te recibo en mi corazón que te rodea con ansia.
Siento tu amor que me lo das con tu brillante alma.
Y me uno a tu sentir majestuoso cuando me hablas.

Estoy junto al acento de tu voz en la noche estrellada.
Y puedo palpar tus palabras pobladas de mis besos.
Allí hallo tu dulzura unida a mi clamor que te alcanza.

Me das la bendición cuando te unes a la distancia, desde lejos
Y estoy cerca de ti impreso en la huella de tus hermosos dedos.
Unido a tus besos y recuerdos y unido a tu jardín como tu siervo.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

A la promoción de Bachilleres 1972. Liceo Universidad de Nariño.

A la promoción de Bachilleres 1972. Liceo Universidad de Nariño.

He ido a las aulas del colegio y pregunté a sus muros.
Donde están mis compañeros y cada aula me dijo.
Todos llevan el creador sello genial como alumnos.
Todos siguen siendo jóvenes todos aman los libros.

Prosiguió el silencio de las aulas y se hizo amigo.
Me indicó el espíritu de unión sin faltar ninguno.
Habló del amor y dolor en el liceo bajo su abrigo.
Me mostró los aromas de las materias y su prestigio.

Luego fui a los patios los lugares libres donde reímos.
Allí aparecieron los graffitis en lápiz muy pequeños.
Y leí unos poemas hechos a unas novias que tuvimos.

"Yo te recuerdo como un perfume de rosas y de canela.
Eras mi música y alegría, mi álgebra y mi azucena.
Eras mi filosofía y el incienso en mi corazón que te anhela."

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Navego en tu mar. Publicar.

Navego en tu mar...

Navego en silencio en tu mar de ternura y toco tus labios....
Me traes el canto de la playa con tu voz sonora y hermosa...
Ensayo muchas entradas a tu mar y tu ojos me guían sabios....
Y tu pecho se extiende y toca mi corazón con dulzura ahora....

Y escribes un hermoso poema de amor sobre mis hombros...
Tus manos rozan mi pecho sembrando recuerdos tiernos....
Y tus ojos gitanos se afirman a los míos diciéndome te quiero...
Y tu cuello se extiende pulsando palabras que nos unirán pronto...

Vas unida a mi tiempo peregrino a mi despertar cotidiano....
Vas unida a mis sueños de niño, al calor de mis manos...
Estás en lo mas dulce de mi expresión cuando hablamos....

En cada esquina me esperas y tu sonrisa me escribe....
En cada muro miro tu mensaje de amor de una virgen....
Y en cada rosa miro tu pureza y tu perfume me sigue...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Las consecuencias.corregida.

Las consecuencias de la fealdad del pecado en el amor.

Las consecuencias de la fealdad del pecado en el amor son las penas.

Ya que el amor es la religión más sensible y clara del sentimiento humano.

El sentimiento comprende la fuerza grande de la castidad y de la inocencia.

Es un mundo donde la delicadeza invita a la fidelidad como compromiso casto.

Entonces cada acto voluntario de infidelidad dentro del amor deja de ser santo.

Y como consecuencia es un estado de profundo arrepentimiento dentro del alma.

En el ama residen las raíces de la felicidad y donde existe el mundo del amor creado.

Y si se rompe esa armonía destruye el alma y la religión del amor que Dios regala.

El compromiso del amor asume responsabilidad que nace del mismo amor sincero.

Se ama el compromiso como una corona del amor brindado con humildad inocente.

Por lo tanto toda falta de infidelidad de ese compromiso crea un estado ciego.

Donde el alma está reclamando por lograr el perdón para llegar a un estado alegre.

Entonces el verdadero amor implica el estado fiel donde la felicidad aflora.

Y donde constantemente se lucha contra las tentaciones que destruyen.

Para lograr el brillo de las almas que se aman y para que la vida sea una aurora.

Donde la pena no exista, donde el pecado no manche y así los males huyen.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

las consecuencias.

Las consecuencias de la fealdad del pecado en el amor.

Las consecuencias de la fealdad del pecado en el amor son las penas.

Ya que el amor es la religión más sensible y clara del sentimiento humano.

El sentimiento comprende la fuerza grande de la castidad y de la inocencia.

Es un mundo donde la delicadeza invita a la fidelidad como compromiso casto.

Entonces cada acto voluntario de infidelidad dentro del amor deja de ser santo.

Y como consecuencia es un estado de profundo arrepentimiento dentro del alma.

En el ama residen las raíces de la felicidad y donde existe el mundo del amor creado.

Y si se rompe esa armonía destruye el alma y la religión del amor que Dios regala.

El compromiso del amor asume responsabilidad que nace del mismo amor sincero.

Se ama el compromiso como una corona del amor brindado con humildad inocente.

Por lo tanto toda falta de infidelidad de ese compromiso crea un estado ciego.

Donde el alma está reclamando por lograr el perdón para llegar a un estado alegre.

Entonces el verdadero amor implica el estado fiel donde la felicidad aflora.

Y donde constantemente se lucha contra las tentaciones que destruyen.

Para lograr el brillo de las almas que se aman y para que la vida sea una aurora.

Donde la pena no exista, donde el pecado no manche y así los males huyen.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Ven Espíritu Santo.

Ven Espíritu Santo siempre guía mi humilde camino.

Ven Espíritu Santo siempre guía mi humilde camino.
Dadme tu paz y consolación en mi solitario destino.
Dadme la sabiduría plena para poder seguir tus designios.
Dadme un espíritu inocente con la fuerza de ser digno.

Dadme tu Santa Mano para encontrar el amor cristalino.
Dadme tu ternura sencilla para sembrar tu voz en el hastío.
Dadme ojos y mirada llena de amor para comprender el cariño.
Dadme tu paz para conquistar con mis gestos a tus amigos.

Dadme el dolor y el amor necesarios para ser humilde y caritativo.
Dadme el poder de la paciencia para comprender tu brillo.
Dadme el poder para llevar más almas hacia ti, sólo con ser visto.

Dadme la gracia de ser víctima para irradiar tu amor desde el corazón mío.
Dadme tu sanación para comprender tu misericordia y abrigo.
Dadme tu palabra para comprenderme y comprender en el universo tus gemidos.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Mides el tiempo con el sentir.

Mides el tiempo alegre con el sentir.

Mides el tiempo alegre con el sentir de tu sonrisa serena.
Y en tu pecho pulsan con amor mil pueblos su historia.
En tus cabellos va inscrita una promesa de amor tierna.
Y en tus manos van libres todos tus sueños de alondra.

Todos los cantos de amor en tu corazón se hospedan.
Y en tu tierna silueta el mismo universo se recrea,
Y vuelves a caminar en busca de una palabra sincera.
Que sirva de signo de amor de los tiempos que esperan.

Tus sandalias van por mármoles donde una ilusión hubo.
Donde un eco que reclama amar para siempre allí estuvo.
Donde una sola palabra bastó para eternizar el amor seguro.

Has recreado todo con aroma de incienso del tiempo y sus hitos.
Y tu belleza va estampada en ocres y sepias a los granitos.
Mientras yo te busco en tu ventana clásica con amor infinito.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Soy el Cantor. Publicar.

Soy el cantor...

Soy el cantor que peregrina descalzo en tus sueños...

Desde la infancia; soy la voz y música que te entusiasma...

Soy el gitano soñador que seduce dulcemente tu alma...

El trovador que graba en tu corazón mis versos sureños...

Soy la página de amor que le faltaba a tu diario y a tus libros....

Soy el vagabundo que busca para ti un nuevo destino...

Soy el hippy que busca un hogar pleno de amor contigo...

Soy el esquimal que sólo en tu corazón encuentra abrigo...

Soy el eco del agua saltarina que besa tus pies divinos....

Soy el árbol de los sueños que te indica el sino sagrado....

Soy el bosque donde guardas de tu corazón los suspiros....

Soy el viento que reclama los besos de amor de tus labios...

Soy el fuego que quema tu pecho en las noches de frío...

Soy el poeta que le canta a tu bello corazón inmaculado...

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

El Olvido de vivir nace.

El olvido de vivir nace.

El olvido de vivir nace cuando desertamos de nuestros ideales.
Sobre todo cuando buscamos ser amados sin amar solamente.
Y optamos por al indiferencia

Es que el amor es un trauma benigno.

El amor es un trauma benigno de ausencia.

El amor es un trauma benigno por la ausencia que se siente.
Y de presencias de cantos y gemidos indecibles nacientes.
En la búsqueda continua de la mujer amada fiel y sonriente.
Que sembró con una mirada y con una palabra el amor ferviente.

El amor es la calle es la esquina donde le entregué el poema.
Donde la conocí un día cuando distraído yo cerraba una puerta.
Y se me abría un horizonte de dulzura de dolor y amor al verla.
Toda la ciudad se unía con ella y todo tenía lenguaje de poeta.

Sentir la esquina donde oí su voz es saber que todo nos ayuda.
Para encontrar el amor porque el amor nos llega así, de sorpresa.
Y que todo se presiente desde la cuna porque el amor nunca duda.

El amor y el dolor cincelan un lenguaje mas allá de una promesa.
Y nos confrontan con nuestra conciencia y con Dios sin excusa.
Ya que Dios nos dio el mejor destino en el amor como un poema.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.
                                                  

A la mujer siempre tierna. mas una estrofa.

A la mujer siempre tierna.

La mujer siempre tierna y con el corazón en las manos.

Con todos los perfumes vivos del amor en sus hombros.

Con las palabras suspendidas entre el corazón y su llanto.

Con los adioses entrelazados entre sus gemidos y lloros.

La mujer llena de renuncias y del amor inocente.

La que espera la llegada de su amor en el puerto.

La que busca las cartas de amor en los recuerdos.

La que mira en la luna niña sus sueños fervientes.

Aquella mujer que camina de incógnita en la playa.

La que busca el perfume de sus besos del alma.

La que aspira la brisa para transformarla en lágrimas.

Aquella mujer que proclama que el mal social consiste:

En no ser nadie para alguien, sentirse no ser querida.

Aquella mujer lleva una herida y en ella el amor existe.

Aquella mujer la estoy buscando en su aula.

En el mosaico de fotos de hermosa colegiala.

Aquella que me conquistó con una sola mirada.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

A la mujer siempre tierna.

A la mujer siempre tierna.

La mujer siempre tierna y con el corazón en las manos.
Con todos los perfumes vivos del amor en sus hombros.
Con las palabras suspendidas entre el corazón y su llanto.
Con los adioses entrelazados entre sus gemidos y lloros.

La mujer llena de renuncias y del amor inocente.
La que espera la llegada de su amor en el puerto.
La que busca las cartas de amor en los recuerdos.
La que mira en la luna niña sus sueños fervientes.

Aquella mujer que camina de incógnita en la playa.
La que busca el perfume de sus besos del alma.
La que aspira la brisa para transformarla en lágrimas.

Aquella mujer la estoy buscando en su  aula.
En el mosaico de fotos de hermosa colegiala.
Aquella que me conquistó con una sola mirada.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

El amor se adelanta a las palabras.

El amor se adelanta a las palabras.

El amor se adelanta a las palabras y el verso de emoción salta.
El amor no espera nada; la palabra surge al compás de una mirada.
La palabra nace en un sueño antes de conocer a la mujer amada.
La palabra se adelanta a la nostalgia y nace por amor crucificada.

La palabra redime porque tiene una misión; la palabra salva.
La palabra da alegría al amor porque la palabra siempre canta.
La palabra se afianza en la fe humilde entonces la palabra sana.
La palabra vive de la esperanza de un sueño de amor; es santa.

La palabra puede cambiar al mundo en un mundo con gracia.
La palabra vive de recuerdos felices por eso la palabra extraña.
La palabra crea universos posibles; la palabra es universitaria.

La palabra cree en una promesa de amor; la palabra es sabia.
La palabra llora de sentimiento porque la palabra es sagrada.
La palabra camina de la mano del amor como novia colegiala.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Es que el amor.

.Es que el amor se adelanta a las palabras y el verso de emoción salta

.Si el amor no espera a nada la palabra surge al compás de una mirada

.La palabra surge en un sueño antes de conocer a la mujer amada

la palabra se adelanta a la nostalgia y nace por la emoción del amor crucificada..

Mujer hermosa del Asia.

Una vez miré a una mujer hermosa.

Una vez miré a una mujer hermosa y dulce en el Asia.
Llevaba matices de amor y dolor de todas las razas.
Su voz sentía todo el amor a pesar de la distancia.
Y me decía siempre que no sabía porque me amaba.

Creo llegué a tocarle sus dedos y me dijo te quiero.
Casi no conversó mucho conmigo mas sentía su aliento.
Olía a romero y limonero mientras la miraba en el puerto.
En ese tiempo yo iba en barco a su hermoso pueblo.

Ella después hizo una novela de nuestro callado encuentro.
En ella dice que sintió el amor más puro para sus recuerdos.
Y vive recordando momentos bellos y besándome en silencio.

Jamás se despidió mas llevaba en su cuaderno mis versos.
No sé si la vuelva encontrar espero su carta en el correo.
Mas ella sabe que la quiero y me piensa amar desde lejos.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Eres la rosa en el jardín del ensueño.

Eres la rosa en el jardín del ensueño.

Eres la rosa en el jardín del ensueño que el amor palpita.
A cada instante pasas por mis recuerdos con tu dulzura.
Te encuentro suspendida en la tarde con tus palabras lindas.
Me seduces con tu belleza de inocente gracia y ternura.

Caminas en mis sueños dibujándome bellos mensajes.
Eres el perfume de amor que se extiende en las tardes.
Que perfuma mi noche y mis sueños para conquistarte.
Y me imprimes tu sonrisa y tu aroma para rescatarme.

Siempre busco tu silueta en el joven tiempo peregrino.
Siento el clamor de tu pecho con gemidos escondidos.
Entre sonrisas y adioses y lágrimas de amor y suspiros.

Te encuentro en cada rosa que palpita la vida sonriente.
Y puedes hacer milagros cuando callas y esperas verme.
Y cuando me besas a la distancia desde otro continente.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

La canción Guajquesito.

La canción "Guajquesito" provoca una lluvia. La canción provoca una lluvia de coloridos diamantes. Como símbolo gentil de un sentimiento de amor sureño. Un sentimiento que conquista con la alegría danzante. Con la humilde alegría de la selva unida al espíritu costeño. Aquí se une el sonsureño al currulao en místico abrazo. Cuando dos sones se proponen conquistar corazones. Y aflora la nostalgia indígena y la plegaria del mulato. Para crear un nuevo enfoque en sentir nuestras regiones. Aquí nos unimos todos los colores en el aroma sureño. Los corazones saltan de alegría al vivir en este paraíso. En esta morada al sur donde el paisaje es feliz y risueño. Donde para ser felices todos nos hemos dado permiso. Donde podemos volver a crear el espíritu de paz, sereno. Para hacer una nación digna con el clamor del sur mestizo. Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

La tierra donde nacen mis palabras.

La tierra donde nacen mis palabras.

La tierra donde nacen mis palabras es mi ámbito nativo.
Desde este ambiente nativo y latino para tu corazón escribo.
Con la música del amor que nace cuando estamos unidos.
Cuando me besas desde la distancia y sabes que te recibo.

Vas engarzada con tu perfume a mi sentimiento sencillo.
Y tus manos se deslizan para acariciarme en mis sueños.
Voy unido a tu perfume convertido en súplica y suspiro.
Y vas unida a mis labios como melodía de versos sureños.

Tus ojos llenos de amor se deslizan por mi pecho de poeta.
Y me empiezan a dibujar el amor con tu esencia y silueta.
Con tu voz entrelazada a mi voz como una melodía perfecta.

Recorres mis mundos humildes para recordarme en tu camino.
Y esperas todas mis vivencias para unirte a mi sensible destino.
Y te unes para siempre a mi canto de amor con el que te sigo.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Bailé contigo un tango en Budapest. Publicar.

Bailé contigo un tango en Budapest.

Bailé contigo un tango en Budapest y hacía frío.
Bailé el paso de Gardel cerca a tu corazón de clavel.
Tu amor me siguió como perfume y se fundió con el mío.
Sentí tu cuello apoyándose en mí en un giro al vaivén.

Seguimos bailando en París cerca a la torre Eiffel.
Y te besé bailando una milonga mientras el rocío.
Cumplía su ronda en esa mañana del dulce café.
Y se quedó para siempre en mi tu luz tu son y tu ritmo.

Volveré a Sevilla y quizá te buscaré en Valencia.
Y serás mi Dulcinea en la Mancha una y otra vez.
Cuando bailes el tango con tu gracia y cadencia.

Buscaré tu sonrisa de elegante y dulce mujer.
Cuando te despediste dejándome tu esencia.
Cuando nos dijimos adiós en la estación del tren.

Bailamos milonga luego en un festival en Ucrania.
Y tu sonrisa era muy plácida con tu dulce gracia.
Y allí te dije que siempre, yo tu siervo, te amaba.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Poesía a las matemáticas.

Poesía a las matemáticas.

Toda una serie de orden lógico los números fieles dibujan.
Y estructuran la belleza dándole música genial y acorde.
Las figuras llevan la gracia y compás en proporciones.
Y es el espiral creador de luz que sustenta todas las rutas.

Las matemáticas conforman el recipiente y cuna de la vida.
Ellas dan las estaciones, los ciclos, los ritmos y los himnos.
Para que todo funcione y gire el reloj sagrado de los símbolos.
Y que gire el reloj histórico de los tiempos pleno de maravillas.

Las matemáticas interpretan lo intrincado de los enigmas.
Dan las soluciones a los retos y a  los caminos proporcionales.
Y hacen una realidad los mundos posibles aún de las utopías.

Las matemáticas decoran con genialidad todas las artes.
Llenan  la vida de alegría al compás sentido de las melodías.
Y pintan los paisajes creadores de amor por todas partes.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Quiero que vivas en la tierra de mis palabras.

Quiero que vivas en la tierra de mis palabras.

Quiero que vivas en la tierra de mis palabras.
En la tierra donde el dolor es dulce y trigueño.
Donde el paisaje es amigo y las plantas hablan.
Donde el amor es juvenil, sincero, fiel y risueño.

Quiero que sientas la alegría de saber mi dialecto.
El dialecto Indígena hecho de vida y recuerdos.
Donde los actos tienen sentido de amor y misterio.
Donde todo sueño se lee junto al fogón de leños.

Quiero que sientas el clamor verbal de las tapias.
Cuando te cuentan historias del aroma peregrino.
Cuando la vida sonreía al colonizar las montañas.

Cuando en las noches eran interminables las lágrimas.
Y los días eran llenos de cantares y júbilo campesino.
Y donde las abuelas nos imprimían los sueños en el alma.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Abrazo tu alma.

Abrazo tu alma.

Abrazo tu alma y así puedo hacerte el poema más hermoso.
Beso tus palabras y así puedo besar tu corazón donde nacen.
Beso tus manos y puedo escribir en ellas mis versos con gozo.
Y al escuchar tu voz mis sueños suspiran por besar tu imagen.

Quiero seguir la huella de tu corazón que con dulzura me roza.
Y esperarte en tu ventana al amanecer cuando miras la lluvia.
En cada gota de lluvia y sol te mando mis besos y sonríes dichosa.
Y tu perfume me llega y palpo tus dedos que un sueño arrullan.

En tus ojos van inscritos los poemas de amor más bellos.
Tus ojos descifran el secreto humilde del amor y su misterio.
En tus ojos anhelo escribir mi poema y decirte que te quiero.

En tus labios deseo escribir nuestra historia de amor el más sincero.
Y dibujarte la música de inocente encanto que nos une en silencio.
Y explicarte cuánto te quiero con un suspiro cifrado en el primer beso.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

                


    

Tus palabras me llegan al corazón..

Tus palabras me llegan al corazón..

Tus palabras me llegan al corazón, con tu perfume inolvidable.
Y besas mi alma con tu voz plena de milagros sonrientes.
Y me dejas tu gracia y tu belleza y tu amor siempre fervientes.
En mi alma donde eres melodía de paz, de bendición amable.

Escribo mi poema para ti, en el firmamento de luz y espirales.
Y entre estrellas y lunas te busco en las estrellas fugaces.
Busco tu perfume de canela en la estrella polar de navegantes.
Y en la constelación cruz del sur, siempre te dejo mi mensaje.

Mezclo perfumes y colores radiantes y los fundo en paisajes.
Y te encuentro en el perfume de la selva, con aroma salvaje.
Hueles a copal, el incienso creador y sagrado de los Kofanes.

Y atrapo los suspiros de tu corazón, en los radiantes celajes.
Y te escribo en las hojas de yarumos, de robles y arrayanes.
Y te espero cerca del río, con el canto amable de las aves.

 Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Vivo en el iris de tus ojos.

Vivo en el iris de tus ojos.

Vivo en el iris de tus ojos mientras me piensas y me evocas.
Y puedo soñar con el perfume de tu voz sonora que me cubre.
Estás en el palpitar de mi corazón que te busca en la  aurora.
Y siento la dulzura de tus sueños unidos a las flores de octubre.

Voy recorriendo por caminos sencillos buscando tus besos.
Quiero encontrar tu voz en el aroma y matiz de los pétalos.
Quiero encontrar tu gemir en las hojas de nogales frescos.
Y poder descifrar el camino que unirá nuestros universos.

Al ritmo de tu amor mis letras avanzan hasta encontrarte.
Recurro solamente a tus manos que me señalan tu anhelo.
Y te encuentro en mi pecho suspirando de amor en la tarde.

Esperas mi poema en el puente gentil de un hermoso tiempo.
Y te acercas dulce con tu caminar pleno de encanto elegante.
Y te fundes conmigo en un beso pleno de amor en silencio.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.