Una ciudad se vuelve digna cuando sus ciudadanos:
Tienen un sentimiento de pertenencia responsable,
Pensamiento con ideas civilistas con fines sanos.
Y un procedimiento de acciones solidarias y amables.
Una ciudad es progresista y futurista cuando sus habitantes;
Orientan sus anhelos a la comprensión sabia de un porvenir óptimo.
Cuando toda decisión racional humaniza la técnica y sus avances.
Y cuando las voluntades convergen en el diseño de la ciudad para un tiempo próximo.
Una ciudad es autónoma, decidida, estable y firme.
Cuando crea un modelo de ciudad con un enfoque vivo.
Cuando crea una realidad siempre activa y con espíritu libre.
Y cuando cada estructura social y urbanística se apoyan a un solo ritmo.
Y una ciudad se convierte en humanitaria y con sensibilidad social voluntaria.
Cuando todos los esfuerzos se concentren en ayudar a los demás incondicionalmente.
Y cuando el evangelio del amor brille en cada corazón como luminaria.
Y que luego esta luz se expanda como perfume de amor en las gentes.
Cuando todos los esfuerzos se concentren en ayudar a los demás incondicionalmente.
Y cuando el evangelio del amor brille en cada corazón como luminaria.
Y que luego esta luz se expanda como perfume de amor en las gentes.
Robert Aníbal Sánchez Fajardo.