Son
memorias frescas.
Tus
floreros dulces de girasoles.
Son
lenguaje ignoto de tus rituales.
Son
memorias frescas que son actuales.
Que por
siempre brillan y son faroles.
Y en cadencia
libre van dibujando.
Las
venturas calmas que te prodiguen.
Los
recuerdos tiernos que te persiguen.
Y el
matiz silente que vas amando.
Y en
reflejo y sombra de los colores.
En el
tiempo vierten tus confesiones.
Y en
ocasos bellos de tus visiones.
Te reclaman
dichas que son fulgores.
Van tus
quejas tiernas de tus amores.
En los
tintes firmes que puntualizan.
Las
escalas dulces que inmortalizan.
Alegrías
hondas en tus albores.
Y tus
manos tiernas los benefician
Y con
rezos francos les vas diciendo.
Que te amaron
tantos que van sufriendo.
Y
dejaron ecos que te acarician.
Robert
Aníbal Sánchez Fajardo.