Y te
sigue el ritmo.
Musicales
lluvias de los compases.
De
fervientes sones ya te encaminan.
Y te
mueven ágil y te iluminan.
Los
sonoros cantos que vos amases.
Y tonada
grata va pincelando.
Tus
recuerdos dulces en sol granate.
Y en
sensible ocaso de chocolate.
Van tus
quejas tiernas ya reflejando.
Y un
café templa tus inquietudes.
Y un
tabaco suelta tus emociones.
Y en la
espera miras las confesiones.
Que el
silencio trae de multitudes.
Y te
sigue el ritmo que ya te encanta.
Y en
celeste techo de libertades.
Verbalizas
todas las orfandades.
Y ya
acortas tiempo que se agiganta.
Y
resumes dichas y las venturas.
Con
nostalgias hondas ya bendecidas.
Y las
dulces penas son bienvenidas.
Con
miradas tiernas que son frescuras.
Robert
Aníbal Sánchez Fajardo.