viernes, 27 de noviembre de 2020

En tu tierno pecho.

 

 

En tu tierno pecho.

 

En tu fresco aliento van mis ensueños.

Y dulzuras llevas en tu mirada.

Tu risueño gesto de enamorada.

Me señala cantos que son risueños.

 

Me dibujas gamas de tus dulzuras.

En palabras nuevas que me refrescan.

En silencios castos que ya florezcan.

En el tierno beso de tus venturas.

 

Y me llevas siempre en tus espejos.

En el canto fresco muy marinero.

Que te talla el verso muy placentero.

Al compás fulgente de tus reflejos. 

 

Y me brindas fieles tus emociones.

Que se enlazan dulces y las perfilas.

Con sensible vino que lo destilas.

En tu tierno pecho de ensoñaciones.

 

En tus manos viajan ya mis futuros.

Que me abrigan tiempos inmemoriales.

Que me colman dichas muy celestiales.

Con encantos tiernos que son tan puros.

 

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.                  

 

 

domingo, 1 de noviembre de 2020

Con trigueño néctar.

 

 

Con trigueño néctar.

 

Tu mirada en ecos de los violines.

Ya me escribe con tu cadencia.

Y señala signos ya de tu ausencia.

Y que vibra virgen en los confines.

 

Y destilas gotas estremecidas.

Con fragancia dulce de tus pupilas.

Con trigueño néctar que ya lo enfilas.

Al  silencio largo de las dos vidas.

 

Tu silueta esbelta de tez canela.

En vibrante ritmo ya me acaricia.

Y describe el sueño de la delicia.

Del profundo beso que ya se anhela.

 

Y refrendas grata ya los mensajes.

Que en futuras vidas los viviremos.

Que en caminos tiernos dibujaremos.

Que en los nuevos mundos ya son paisajes.

 

Y en silente lloro vas suspendida.

Cual gaviota bella de atardeceres.

Cual palabra nueva de amaneceres.

Con gemido eterno de despedida.

 

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.