sábado, 29 de junio de 2019

Danza de tu leyenda.



Danza de tu leyenda.

Al compás de gracia que te cobija.
Yo te envío poemas que te acarician.
Y me envías risas que identifican.
Tu cariño amable que es mi delicia.

Y en tu danza llevas mil castañuelas.
En festivo ritmo que lo propagas.
Con alegre gesto que vos me halagas.
Y me entregas dulce hoy tu leyenda.

Y en tus ojos busco luz milagrosa.
Que interprete el gozo que me regalas.
Que señale el nido de tu montaña.
Y esperarte poemas a vos paloma.

Y en el valle claro y diamantino.
Yo te extiendo voces de poemarios.
Y en tu huella dulce yo voy pintando.
 Fiel la historia nuestra con tu cariño.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.  



La pobreza como arte.




La pobreza como arte.

La pobreza es vital en el trasfondo.
De las obras de arte fiel literario.
La pobreza enmarca todo el temario.
En Quijote errante con sentido hondo.

Dios Jesús el pobre en el pesebre.
Nos enseña el arte de amar la vida.
Con el arte humilde de una sonrisa.
Con el arte casto siendo inocente.

El amor se viste siempre de pobre.
Para encontrar letras que si conquisten.
Para encontrar letras que si acaricien.
Porque letras pobres atraen el doble.

El amor es pobre no espera nada.
No es de sabios altos y si es de magos.
De magos poetas con la palabra.
Con el arte humilde de los milagros.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

domingo, 23 de junio de 2019

Concierto de tu recuerdo.




Concierto de tu recuerdo.

Filamentos dulces de las cascadas.
Tu recuerdo buscan en melodías.
Y en el vuelo alegre en avecillas.
Tus palabras viajan al ser amadas.

Tu sonrisa viaja por los cañones.
Y en celestes ríos sol es tu nombre.
Y poemas dejas en los sinsontes.
Y tu canto amable va en sus pregones.

Sois dulzura suave de la meseta.
Con el néctar puro de tu cariño.
Con el vino dulce de tu destino.
En silvestres flores que te recuerdan.

Tus miradas besan y son conciertos.
En cascadas frescas que se deslizan.
Por peñascos limpios que fertilizan.
El jardín florido de tus senderos.

Y en la greda humilde de tu camino.
Van grabadas dichas que vos sentiste.
Van inscritos versos que los hiciste.
Al compás sonriente de un sol divino.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.






Son golondrinas.





Son golondrinas.

Con nativo baile ya me atrajiste.
Y en suspiros hondos me envolvías.
Con aroma suave entretejías.
El amor hermoso al sonreírte.

Si yo vuelva a verte es muy incierto.
Yo recuerdo cantos de tu lenguaje.
Y recuerdo gestos tan entrañables.
Que me ligan siempre a tu misterio.

Tu sonrisa clara es estandarte.
Es ventana grácil de zarzamoras.
Es balcón inquieto del Amazonas.
Es perfume suave muy de los Andes.

Y tus manos puras son golondrinas.
Que ya viajan listas en el verano.
Que me esperan gratas y que volvamos.
Al amarnos fieles sin despedidas.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


miércoles, 19 de junio de 2019

Encrucijada.





Encrucijada.

Una historia cuentas con tu presencia.
Y me ligas justo a lo que sientes.
Y tu cuerpo escribe sin detenerse.
Tu leyenda y sueños con tu belleza.

Y tus ojos lloran las melodías.
Y el clamor sale de tu mirada.
Soledad la lloras sin ser amada.
Y buscando alivio vas escondida.

Sin tu orgullo pides una clemencia.
Y en los sueños fieles te comunicas.
Y hoy cortas tiempos los simplificas.
Y me pides vuelva con complacencia.

Y los gestos tuyos yo los recibo.
Son mensajes claros de que me quieres.
De inocente niña que desentiende.
Vanidades frías por el alivio.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo. 


La soledad.





La soledad.
El problema más grande del hombre es cómo afrontar la soledad. La soledad es el vestigio más rudimentario de la duda ciega amarga. La anarquía de las ideas, cuando falta orden y lógica produce la nada. La nada como fin que es el principio del tedio por falta de la verdad.
La soledad filosóficamente es un reto para encontrar un nuevo logro. Este reto siempre está en la razón y conciencia del hombre como meta. La búsqueda de algo nuevo en el hombre nace del temor a estar solo. Porque la soledad invade al hombre cuando no crea, cuando no inventa.
Entonces siempre estamos saltando los vacíos que no generan. Consciente o inconscientemente el hombre busca ser feliz creando. Porque el acto de crear implica el abandono de la inercia que desespera.
Por eso el hombre es feliz creando nuevos sueños posibles dignos. Donde cada impulso de la misma naturaleza nos invita avanzar. A alejarnos de la soledad y buscar la felicidad en nuestra conciencia que elegimos.
Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


La soledad es el principio.





La soledad es el principio.

La soledad es principio de la creación es semejante a la nada.
En ella brota la chispa para poder encender nuevas jornadas.
La soledad es un medio para crear, más no un fin en la mirada.
La soledad hace mundos posibles porque sueña estar acompañada.

En un principio todo era soledad y era nada y caos y oscuridad.
Entonces apareció la palabra de amor y esa creó la luz añorada.
Cuando aparece la palabra; la soledad se desvanece con seguridad.
Porque la palabra puede crear muchos caminos de felicidad clara.

La soledad como una idea abstracta es como una estrategia.
Que se la emplea como contraste para encontrar otras ideas.
La soledad es entonces una estratagema útil en los problemas.

En nuestro tiempo la gente vive una soledad forzada por el imperio.
Postergamos siempre la felicidad para un tiempo de comodidad.
Y el sistema economicista nos obliga a estar solos sin remedio.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

sábado, 15 de junio de 2019

En tu desierto.





En tu desierto.

Y tus ojos garzos van recorriendo.
Del amor novelas en Sión sagrada.
Y miradas dejas ya perfumadas.
En algunas hojas que vas leyendo.

Y por cada día vas rescatando.
Las vivencias idas en horizontes.
Y recuerdas ahora tus emociones.
Que en tu diario blanco has estampado.

La ventana amable te va contando.
Del amor primero que peregrino.
Se cruzó alegre y colorido.
Te pintó amor fiel é imaginado.

Y a vivir ya vuelves tus sentimientos.
Que el buen tiempo grato fue retornando.
Y suspiros trajo resucitando.
El idilio ansiado en tu desierto.


Robert Aníbal Sánchez Fajardo.



viernes, 14 de junio de 2019

Rondan en cafetales.





Rondan en cafetales.

Tu mirada alegre de colegiala.
Que penetra mi alma tan dulcemente.
Del amor campana que me estremece.
Y feliz me escribe con pinceladas.

Sentimientos cruzas al vos buscarme.
Y el momento eterno va en el recuerdo.
Y tu aroma grácil crea el misterio.
Del amor fiel tierno al rescatarme.

Y tu cuerpo traza ecos silentes.
Y tus frases dulces sentimentales.
Musicales rondan en cafetales.
Que al rocío grabas ya muy sonriente.

Y en cafés me buscas atardeceres.
Y me buscas calles y ser felices.
Y me encuentras sitios con los matices.
De tus tiernos gestos muy elocuentes.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.



sábado, 8 de junio de 2019

Gritan a la distancia.



Gritan a la distancia.

El aroma y ritmo de tu sonrisa.
El que marca el canto de tu armonía.
Que navega alegre en sintonía.
Con mi amor dulce hoy fiel te ansía.

Ese canto suave de cafetales.
Es sendero fresco en mi destino.
Que me envuelve aromas de tu cariño.
Y tu amor es danza interminable.

Y tu amor es danza en mi gemido.
Y tus manos gritan a la distancia.
Y tu pecho avanza y ya me enlaza.
Con susurros leves entretejidos.

Y con canto y danza vas caminando.
Y cruzando puentes de arboledas.
Y dejando escrito en tu novela.
El cariño eterno fiel perfumado.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

viernes, 7 de junio de 2019

En la esquina.




En la esquina siento.

En la esquina siento que tú me alcanzas.
Y tus ojos graban un momento eterno.
Y detienes tiempos para el encuentro:
Dos edades bésanse y se abrazan.

Y en tu voz te sigo con mis suspiros.
Dibujando sueños mientras caminas.
Dibujando anhelos mientras me miras.
Y hoy mientras gimes años divinos.

Y en tu pecho muestras un pergamino.
De tus tiernos sueños hoy iniciados.
De la leve risa que hay en tus labios.
Y del poema dulce de tu destino.

Como perfume dejas en mí tu huella.
Y serena cruzas la misma esquina.
Con certeza clara de tu conquista.
Con la gracia plena que todo empieza.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

sábado, 1 de junio de 2019

Hoy te recuerdo.





Hoy te recuerdo.


Olías a rosas a tabaco fresco a chocolate y canela.

Y tu genial y seductora sonrisa juvenil flotaba en el aire.

Me dejaste tu alegría suspendida en tu piel trigueña.

Y tus manos desde ese instante empezaron a acariciarme.


Llenabas todos los espacios con tu belleza árabe.

Y por los corredores siento todavía tu paso elegante.

Y te sentabas en esa banca de la abuela por las tardes.

Y tu mirada me hablaba de todo menos de marcharte.


Conversábamos que iríamos al bosque del Rejoya.

Y me esperabas siempre con tu mirada sonriente.

Y detenías el tiempo en paz para recordarme a solas.


Se quedó tu pieza repasando silencios interminables.

Copiando tus pasos de encanto ágil de bella estudiante.

Y volverás a ese corredor para un día poder besarte.


Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


En las auroras.




En las auroras.

A café me hueles muy dulcemente.
Que es aroma puro de tu sonrisa.
Que es lenguaje tierno que armoniza.
Con el canto tuyo fiel e inocente.

Y mi poema esperas a la distancia.
Con los gestos nobles y te estremeces.
Con mi canto suave y en ti se quede.
Y nos una siempre tu voz y gracia.

Y te espero pronto en cafetales.
Que en silencio hablan de las historias.
Y leyendas cuentan en las auroras.
De miradas tuyas al recordarme.

Y en tu pecho escribo lo que yo siento.
Y tus palabras beso que me acarician.
Y en tu voz navego que es mi delicia.
Y a distancia digo que yo te quiero.


Robert Aníbal Sánchez Fajardo.