sábado, 23 de abril de 2016

Amo la esencia de tu alma.


Amo la esencia de tu alma.

Amo la esencia de tu alma con perfume noble de rosa.
Y busco tu corazón en el recuerdo de tus palabras sonoras.
Te encuentro en el camino de los bosques y en su aroma.
Y tu sonrisa es como pequeña flor donde me refugio a solas.

Mientras tú caminas hacia mi país en un pequeño barco.
Yo alisto los aromas de los caminos poblados de robles.
Yo busco la esencia del romero en flor para tu alma noble.
Yo busco al jazmín de la tarde para recibirte en el verano.

Siento el palpitar de tu corazón al pensarme por la noche.
Y en los suspiros de tu pecho sensible vuelvo a vivir contigo.
Y grabas mis palabras con el aroma de acacia en tu corte.

Mientras yo grabo tu bello nombre en las montañas del rocío.
Yo te pienso y escribo poemas en las hojas de los bosques.
Y busco el sendero donde yo te daré el primer beso que ansío.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

miércoles, 13 de abril de 2016

Beso tu alma.

Beso tu alma.

Beso tu alma y te entrego todo mi amor y mis sueños,
Escritos en tu sonrisa que se asoma al amor como niña.
Como un ángel con el amor hecho perfume el mas tierno.
Y con las palabras mas dulces y gratos silencios que riman.

Beso tu tiempo que transcurre inocente en tu ventana.
Y va decorando tu alma con pequeños versos que claman,
Todo el amor que ha recorrido universos con aroma de acacia.
Con aroma de rosas orientales que llevan tu perfume de santa.

Todos los paisajes adornan tus sueños los mas serenos y puros.
Todos los soles salen al encuentro de tus pies alegres de princesa.
Todos los ríos cantan el amor que sientes en tu pecho de arrullo.

Todas las mañanas, dibujan en tu corazón nuevos mundos.
Nuevas aventuras en busca de tu amor que tu alma besa.
Y te besa para que el amor permanezca en tu alma seguro.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





Beso tu alma.

Beso tu alma.

Beso tu alma y te entrego todo mi amor y mis sueños,
Escritos en tu sonrisa que se asoma al amor como niña.
Como un ángel con el amor hecho perfume el mas tierno.
Y con las palabras mas dulces y gratos silencios que riman.


Beso tu tiempo que transcurre inocente en tu ventana.
Y va decorando tu alma con pequeños versos que claman,
Todo el amor que ha recorrido universos con aroma de acacia.
Con aroma de rosas orientales que llevan tu perfume de santa.

Todos los paisajes adornan tus sueños los mas serenos y puros.
Todos los soles salen al encuentro de tus pies alegres de princesa.
Todos los ríos cantan el amor que sientes en tu pecho de arrullo.

Todas las mañanas, dibujan en tu corazón nuevos mundos.
Nuevas aventuras en busca de tu amor que tu alma besa.
Y te besa para que el amor permanezca en tu alma seguro.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





Beso tu alma.

Beso tu alma.

Beso tu alma y te entrego todo mi amor y mis sueños,
Escritos en tu sonrisa que se asoma al amor como niña.
Como un ángel con el amor hecho perfume el mas tierno.
Y con las palabras mas dulces y gratos silencios que riman.

Beso tu tiempo que transcurre inocente en tu ventana.
Y va decorando tu alma con pequeños versos que claman,
Todo el amor que ha recorrido universos con aroma de acacia.
Con aroma de rosas orientales que llevan tu perfume de santa.

Todos los paisajes adornan tus sueños los mas serenos y puros.
Todos los soles salen al encuentro de tus pies alegres de princesa.
Todos los ríos cantan el amor que sientes en tu pecho de arrullo.

Todas las mañanas, dibujan en tu corazón nuevos mundos.
Nuevas aventuras en busca de tu amor que tu alma besa.
Y te besa para que el amor permanezca en tu alma seguro.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.





lunes, 11 de abril de 2016

Nohemi de Veracruz.

Nohemi de Veracruz.

Llevas en tu corazón todos los secretos de amor de todos los tiempos.
Llevas en tu pecho el alma de cristal donde contemplas el amor eterno.
Y sueñas con los besos que le darás a tu amado cuando visite tu puerto.
Y haces de cada palabra un signo de historia alegre para tus recuerdos.

Salta tu corazón de rosa para soñar con tu amor que te hace poemas.
Y endulzas todo con tu ilusión diaria floreciendo inocente como azucena.
Y te vistes de ángel para saber del secreto del amor que guardas serena.
Y vuelves a escribir tu historia con sonrisas y fe mirándote en la luna llena.

Creas todo con tu canción que habla del encuentro con tu amor que está lejos.
Y tienes fe en el perfume que te llevará a mirarte con tu amado en secreto.
Y buscas el momento para pintar cada día el escenario del añorado encuentro.

Te vistes de niña y vuelves a jugar con barcos y muñecas sonrientes.
Y le encuentras música al color de tu voz cuando de veras sientes.
Y todo lo resume tu amor que se volvió eterno y vuela como ave ferviente.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


Mi pueblo Colón.




 Mi pueblo Colón. En sus 100 años.

Como la vía láctea, como un camino de estrellas alumbrando.
Como un barco lleno de sueños anclado en el valle.
Un barco cuyo mástil tiene un Crucifijo Franciscano.
Desde donde su historia camina viva en heroicos detalles.

Su semblante humilde como una oración de la selva;
Los indígenas lo  empezaron a tallar con fe sabia.
Luego aparecen sus colonos con la forja de sus  recuas.
Haciendo caminos con sus caravanas acortando distancias.

Aparecen los trazos urbanos y sus chozas de bahareque.
La Iglesia emerge y dominicos y franciscanos aparecen.
Todos unidos como hermanos aportaban para su gente.
Y el pueblo elige el campo y la cultura como ruta urgente.

Vienen los años veinte y nos visitan gitanos comerciantes.
El pueblo busca un sello, un estilo de vida un signo en su frente.
Crear, crear es la llamada en sus corazones de intención ferviente.
Empiezan la rueda y los carros, las escuelas y los estudiantes.

En su diario trajinar se guían con el Bristol almanaque.
Y Empiezan máquinas hidráulicas el aserrío de madera,
Y el aserrío manual del pino en medio del canto de la selva.
Y el sembrío del fríjol nativo y del maíz de porte elegante.

Aparecen los grupos teatrales y nos visitan los circo teatros.
El circo teatro Blanfar de gitanos y la compañía Ricaurte.
Y no nos incomodaba ver mil veces Genoveva de Brabante.
Y se quedaron a vivir en el pueblo en su plaza en su barco.

El grupo Adalides de la Juventud hace teatro nativo.
Y Don julio Rosero insigne maestro del teatro enseña.
Y Colón empieza a brillar y en su historia a dejar huella.
Y Colón se hace gitano del teatro, haciendo teatro con brillo.

Luego con la planta Pelton.llega la luz eléctrica añorada.
Don Alfonso Martínez como hombre sabio la manejaba.
A pesar de que el único radio que se oía era el de una tienda.
Y el único teléfono del pueblo era el de la zona de carreteras.

Un hito y un lugar de reunión era en el banco de los riveras.
Lugar de reunión de los poetas y punto central de referencia.
Situado en la esquina mas alta del pueblo fue testigo de fiestas.
El lleva la memoria colectiva del pueblo su historia y su conciencia.

Allí se hablaba de noviazgos, de contratos y de proyectos.
Allí se reunían los bohemios y se comentaban los libros.
Allí los tríos aparecían y se hacían los discursos y versos.
En este banco se hizo historia de anécdotas de tiempos idos.

la vida cotidiana se reducía a la compra del pan en las tiendas:
De Doña Marieta Rivera, Lucila Muriel, Rebeca Polo y Victoria Mera.
Los quesos de exportación los hacía mi abuela Raquelita.
Y en el pueblo el pan y los quesos se pagaban cuando quiera.

La misa del Padre Marcelino de Castelví era la mas santa.
Allí con el incienso franciscano hacía milagros del alma.
Y el padre bendijo a Colón con gran devoción sabia y santa.
El padre Marcelino fue el guía, el maestro que nos enseñaba.

Su obra lingüística y etnológica perdura como faro de luz .
Fue el maestro en lógica y en metodología investigativa.
Y fue sabio enseñado el folclor y la esencia de la santa Cruz.
Y nos hizo amantes de la ciencia y de la belleza de la amazonía.

Cabe resaltar el único granero de Don Miguelito Muriel Pabón.
Donde se compraba todo pesado en balanza pequeña y romana.
Allí había el jabón Reuter, el almanaque Bristol el kerosín  y el jabón.
Allí se conseguía el café Kalifa en tubitos pequeños y las pizarras.

Allí se conversaba de historia y se hacían poemas sin afán.
Alli, se comentaban las noticias de los líderes; de Gaitán.
Allí en el único radio del pueblo se escuchaba a Pacho Galán.
Y en la música de Lucho Bermúdez se percibía el perfume nacional.

Allí en el granero se vendía manteca vegetal marca la Garza. Kola Granulada, anís estrellado, cominos y cigarrilos Pielroja. Emulsión de Scott, biberones, y para las aves había la granza. Alli estaba el chocolate Cruz y Vencedor y cepillos para la ropa.


En el granero estaba el aroma del maíz y Maizena y el frijol matambre.
De la Leche de Magnesia, del Dristán del Mejoral y de la avena.
Allí se percibía el aroma del agua florida de Murray y la Alucema.
Y aroma del Vick Vaporub y el Dolorán y Yodosalil para los calambres.


Allí todo lo expresaba el olor de la canela cuando vino el progreso.
Allí nos despedimos del viejo pueblo para dar paso al pueblo nuevo.
Allí miramos los últimos almanaques de Cartagena y de su puerto.
Allí se quedó la historia viva y los recuerdos creo del mejor tiempo.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.
 



Mi pueblo Colón.

Mi pueblo Colón. En sus 100 años.

Como la vía láctea, como un camino de estrellas alumbrando.
Como un barco lleno de sueños anclado en el valle.
Un barco cuyo mástil tiene un Crucifijo Franciscano.
Desde donde su historia camina viva en heroicos detalles.

Su semblante humilde como una oración de la selva;
Los indígenas lo  empezaron a tallar con fe sabia.
Luego aparecen sus colonos con la forja de sus  recuas.
Haciendo caminos con sus caravanas acortando distancias.

Aparecen los trazos urbanos y sus chozas de bahareque.
La Iglesia emerge y dominicos y franciscanos aparecen.
Todos unidos como hermanos aportaban para su gente.
Y el pueblo elige el campo y la cultura como ruta urgente.

Vienen los años veinte y nos visitan gitanos comerciantes.
El pueblo busca un sello, un estilo de vida un signo en su frente.
Crear, crear es la llamada en sus corazones de intención ferviente.
Empiezan la rueda y los carros, las escuelas y los estudiantes.

En su diario trajinar se guían con el Bristol almanaque.
Y Empiezan máquinas hidráulicas el aserrío de madera,
Y el aserrío manual del pino en medio del canto de la selva.
Y el sembrío del fríjol nativo y del maíz de porte elegante.

Aparecen los grupos teatrales y nos visitan los circo teatros.
El circo teatro Blanfar de gitanos y la compañía Ricaurte.
Y no nos incomodaba ver mil veces Genoveva de Brabante.
Y se quedaron a vivir en el pueblo en su plaza en su barco.

El grupo Adalides de la Juventud hace teatro nativo.
Y Don julio Rosero insigne maestro del teatro enseña.
Y Colón empieza a brillar y en su historia a dejar huella.
Y Colón se hace gitano del teatro, haciendo teatro con brillo.

Luego con la planta Pelton.llega la luz eléctrica añorada.
Don Alfonso Martínez como hombre sabio la manejaba.
A pesar de que el único radio que se oía era el de una tienda.
Y el único teléfono del pueblo era el de la zona de carreteras.

Un hito y un lugar de reunión era en el banco de los riveras.
Lugar de reunión de los poetas y punto central de referencia.
Situado en la esquina mas alta del pueblo fue testigo de fiestas.
El lleva la memoria colectiva del pueblo su historia y su conciencia.

Allí se hablaba de noviazgos, de contratos y de proyectos.
Allí se reunían los bohemios y se comentaban los libros.
Allí los tríos aparecían y se hacían los discursos y versos.
En este banco se hizo historia de anécdotas de tiempos idos.

la vida cotidiana se reducía a la compra del pan en las tiendas:
De Doña Marieta Rivera, Lucila Muriel, Rebeca Polo y Victoria Mera.
Los quesos de exportación los hacía mi abuela Raquelita.
Y en el pueblo el pan y los quesos se pagaban cuando quiera.

La misa del Padre Marcelino de Castelví era la mas santa.
Allí con el incienso franciscano hacía milagros del alma.
Y el padre bendijo a Colón con gran devoción sabia y santa.
El padre Marcelino fue el guía, el maestro que nos enseñaba.

Su obra lingüística y etnológica perdura como faro de luz .
Fue el maestro en lógica y en metodología investigativa.
Y fue sabio enseñado el folclor y la esencia de la santa Cruz.
Y nos hizo amantes de la ciencia y de la belleza de la amazonía.

Cabe resaltar el único granero de Don Miguelito Muriel Pabón.
Donde se compraba todo pesado en balanza pequeña y romana.
Allí había el jabón Reuter, el almanaque Bristol el kerosín  y el jabón.
Allí se conseguía el café Kalifa en tubitos pequeños y las pizarras.

Allí se conversaba de historia y se hacían poemas sin afán.
Alli, se comentaban las noticias de los líderes; de Gaitán.
Allí en el único radio del pueblo se escuchaba a Pacho Galán.
Y en la música de Lucho Bermúdez se percibía el perfume nacional.

Allí en el granero se vendía manteca vegetal marca la Garza. Kola Granulada, anís estrellado, cominos y cigarrilos Pielroja. Emulsión de Scott, biberones, y para las aves había la granza. Allí estaba el chocolate Cruz y Vencedor y cepillos para la ropa.


En el granero estaba el aroma del maíz y Maizena y el frijol matambre.
De la Leche de Magnesia, del Dristán del Mejoral y de la avena.
Allí se percibía el aroma del agua florida de Murray y la Alucema.
Y aroma del Vick Vaporub y el Dolorán y Yodosalil para los calambres. 


Allí todo lo expresaba el olor de la canela cuando vino el progreso.
Allí nos despedimos del viejo pueblo para dar paso al pueblo nuevo.
Allí miramos los últimos almanaques de Cartagena y de su puerto.
Allí se quedó la historia viva y los recuerdos creo del mejor tiempo.
Robert Aníbal Sánchez Fajardo.


sábado, 9 de abril de 2016

Te beso en tu corazón.



Te beso en tu corazón.
Beso tu corazón de paloma y me regalas el fuego sagrado;
El amor mas puro que guardas siempre para mi tu siervo.
Vivo en tus ojos de princesa y navego en tu amor sincero.
Me acaricias y me besas cada mañana y estoy a tu lado.
Tocas mi corazón dulcemente con tu boca de dulce encanto.
Y me das tu sonrisa y me rescatas con tus palabras sagradas .
Viertes todo tu amor con una sola mirada que me dice te amo.
Y siento tu corazón palpitando cuando me lees con calma.
Vivo en la luz de la fe que me brindas con tus bellos ojos.
Y me señalas un camino de inmigrante que sigue tu destino.
Y me esperas en la playa escribiendo mis versos poco a poco.
Yo busco tu huella en los barcos que surcan los mares de oriente.
Y encuentro tu perfume en los bosques donde está tu camino.
Y encuentro nuestra historia de amor escrita en tu mirada, mi fuente.
Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

jueves, 7 de abril de 2016

Bailé contigo un tango en Budapest. mas



Bailé contigo un tango en Budapest.

Bailé contigo un tango en Budapest y hacía frío.
Bailé el paso de Gardel cerca a tu corazón de clavel.
Tu amor me siguió como perfume y se fundió con el mío.
Sentí tu cuello apoyándose en mí en un giro al vaivén.

Seguimos bailando en París cerca a la torre Eiffel.
Y te besé bailando una milonga mientras el rocío.
Cumplía su ronda en esa mañana del dulce café.
Y se quedó para siempre en mí tu luz tu son y tu ritmo.

Volveré a Sevilla y quizá te buscaré en Valencia.
Y serás mi Dulcinea en la Mancha una y otra vez.
Cuando bailes el tango con tu gracia y cadencia.

Buscaré tu sonrisa de elegante y dulce mujer.
Cuando te despediste dejándome tu esencia.
Cuando nos dijimos adiós en la estación del tren.

Bailamos milonga luego en un festival en Ucrania.
Y tu sonrisa era muy plácida con tu dulce gracia.
Y allí te dije que siempre, yo tu siervo, te amaba.

Y ya no nos separamos más, pues vivías en esa ciudad.
E inauguramos un café en el centro de Kiev la capital.
Y a veces bailamos tango con nuestro propio compás.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

lunes, 4 de abril de 2016

En las fiestas de mi Liceo.


En las fiestas de mi Liceo.

En las fiestas de mi liceo fuiste con amor a buscarme.
Fuiste bella con vestido blanco y zapatillas medio taco.
Me sorprendiste porque te volaste de tu colegio un rato.
Y bailé contigo y te dije que te amaba y pude besarte.

Tu sonrisa única se paseaba por las pilastras del patio.
Y tu vestido blanco radiante brillaba en los pasillos.
Y nos besábamos y la fiesta vibraba en nuestros labios.
Tus ojos brillaban y creaban futuros mundos sencillos.

Yo te recuerdo como un perfume de rosas y de canela.
Eras mi música y alegría, mi álgebra y mi azucena.
Eras mi filosofía y el incienso en mi corazón que te anhela.

Decías que muchas veces habías llorado por mí a solas.
Yo te decía que te conquisté diciéndote eres mi aurora.
Y me dejaste tus besos y tu sonrisa que mi corazón añora.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

sábado, 2 de abril de 2016

Te recuerdo cuando llueve.



Te recuerdo cuando llueve.

Te recuerdo cuando llueve dulcemente trayéndome tu nombre.
Y tu aroma del jazmín vuelve a besarme cuando la luna ya sale.
Creo encontrarte caminando en medio del jardín que te acoge.
Y me cantas una canción que me invade con tu perfume amable.

Tu corazón lleva la melodía del amor con el ritmo de tus lágrimas.
Y en cada rosa eres una gota más de mundos de pasión sentidos.
En cada horizonte está estampado tu clamor en rojo encendido.
Y en cada amanecer eres el inicio del nuevo canto de tus ansias.

Deja que yo te busque por la noche en medio del camino.
Y pueda crear un nuevo lenguaje del amor con tus suspiros.
Y pueda alcanzar a descifrar el tiempo para amarte en tu nido.

Mientras tanto suéñame para mantener nuestro amor vivo.
Que yo te soñaré también en medio de la lluvia estremecido.
Y así encontrarnos en tu ventana siempre en un beso unidos.


Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

Cuando piensas en mi.

Cuando piensas en mi.

Cuando piensas en mi todo brilla con tu encanto.
Y puedo ver tu imagen en el perfume de la rosa.
Entonces empiezo a crear los versos en tu manto.
Que es el cielo azul cifrado con besos de tu boca.

Puedo palpar tus manos que me escriben versos.
Y sentir tu voz que me llama en medio de la noche.
Y escuchar el leve murmullo de tus labios tiernos.
Y disfrutar de tu sonrisa donde el amor se esconde.

Voy buscando tu canto de amor en la playa blanca.
Y en cada reflujo marino espero tu único mensaje.
Que viene con tus dulces gemidos desde la distancia.

Te encuentro en el clamor cuando reza la esperanza,
El dulce canto de amor expresado con una lágrima.
Donde nos unimos fieles en nuestro universo del alma.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.