Tu
llamado.
Tu
indecible canto que es un llamado.
Y en tu
cuerpo vibra con los mensajes.
Y en tu
mirada surgen interminables.
Las
canciones hechas con tu milagro.
Tus
palabras tiernas me han atrapado.
Y en tu
canto suave voy escribiendo.
La ternura
inmensa que vas tejiendo.
Con el
lazo dulce por ti soñado.
Y en el
ritmo alegre de tu sonrisa.
Van
naciendo sueños que nos alcanzan.
En la
senda bella de tu fragancia.
En el gozo
dulce que nos cobija.
Y en
ventanas gratas vas escribiendo.
Con azahares
castos de limoneros.
La novela
nuestra que va naciendo
La leyenda
eterna de tu silencio.
Robert
Aníbal Sánchez Fajardo.