Me
liberas.
Y
tocarte quiero sin yo tocarte.
Al pasar
mi letra fiel peregrina.
Por tu
tez hermosa y purpurina.
Y el
amor ya sientas y acariciarte.
Encerrado
en versos que son medidos.
Me
liberas pronto con tu palabra.
Y me
dejas puerta y que se entreabra.
Y te
busque en sitios muy escogidos.
En la
sombra esperas que yo te diga
El
momento dulce que nos afianza.
Y el
tiempo grato que nos alcanza.
Con
aroma tuyo y nos bendiga.
Y en las
líneas dignas de tus dos manos.
Van
grabadas sendas de los caminos.
Que se
cruzan fieles los dos destinos.
Y nos
unen siempre al ser cercanos.
Robert
Aníbal Sánchez Fajardo.
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