domingo, 19 de enero de 2020

En tus dedos.




En tus dedos.

Y si importan tiempos en que se adentran.
A inocentes credos con elocuencia.
Al instante ígneo de confluencia.
Que los poemas todos son y se encuentran.

Iniciando el paso de tu elegancia.
Iniciaste el verso que te complace.
Tu resuelto impulso que yo lo abrace.
Lo abracé en sueños ya de mi infancia.

De lejanas tierras te trae la historia.
A cumplir el rito predestinado.
A escribir en hojas con sol dorado.
La novela tierna que va en tu gloria. 

En tus dedos siglos de convergencia.
Ya palpitan ahora por exhibirse.
Ya dibujan niños por  convertirse.
En adorno santo de la existencia.

Y en el diario paso de tu inocencia.
La belleza toda te va cubriendo.
La ternura inunda tu mar sintiendo.
Que la vida es bella por tu presencia.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.




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