viernes, 27 de septiembre de 2019

Gemir un canto.





Gemir un canto.

Y tus manos arpas de melodías.
Que mis hombros tocan en la comparsa.
Que en la fiesta cruzan la caravana.
Con tu ritmo alegre que no termina.

Que me escriben versos con tus suspiros.
Que señalan cantos indefinibles.
En la cumbre nueva de tus sensibles.
Palpitares hondos sin encubrirlos.

En tus manos crecen mis ilusiones.
Si comienzan danzas en tus pupilas.
Con la rueda eterna que nos invita.
A gemir un canto de corazones.

Y tus manos hojas de cafetales.
Que me graban fiestas de los aromas.
En las tardes bellas que las adornas.
Con tus cantos dulces primaverales.

Robert Aníbal Sánchez Fajardo.

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