Y tu voz
radiante.
En la
orilla busco tu voz primera.
Que
clamando vida nos rescatamos.
Que
buscando sueños nos encontramos.
En
suspiros suaves de primavera.
Y tus
frases fueron del fiel destino.
Con el
sello y gracia de la caricia.
Con el
canto dulce de la delicia.
Y
entonado beso que es peregrino.
Y tu voz
radiante ya permanece.
En
presente tiempo que nos halaga.
En la
hermosa playa que nos embriaga.
Y en el
viento fresco que se estremece.
Y tu
suave canto ya me acompaña.
En
serenas tardes que yo te evoco.
En café
y aromas que yo te invoco.
Y en
constante ritmo de quien te extraña.
En
silencio grato vos te conectas.
Y
despacio lees lo que yo siento.
Y en
humilde verso de mi lamento.
Te
regalo letras que son dilectas.
Robert
Aníbal Sánchez Fajardo.
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