Un café
nos une.
Y el
café tomando recordaremos.
El
cariño tierno que en un instante.
Con tus
ojos bellos en mi grabaste.
Con tu
voz sincera que en mi la llevo.
Y tu
mirada ronda en los aromas.
Y tus
manos oran en los recuerdos.
Tus
pupilas brillan si ya nos vemos.
Escribiendo versos que a su vez lloran.
Dibujando
ensueños con tus palabras.
Hoy me
miras lejos de tus suspiros.
Ya me sientes
cerca si yo te miro.
En el
sueño casto de tus nostalgias.
La
caricia virgen de tu mirada.
Es el
sello eterno de tu cariño.
Es
mensaje dulce en mi camino.
Es constante
canto que me reclamas.
Y en el
canto alegre del buen retorno.
Un café
nos une en remolinos.
En aromas liga los dos destinos.
Con el
suave canto que hay en tus ojos.
Robert
Aníbal Sánchez Fajardo.
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